Por lo general, que un perito tenga que revisar nuestro coche no es una buena noticia. Sin embargo, en caso de que esto sea imprescindible, lo mejor es que entendamos a la perfección qué tipos de peritos existen relacionados con el mundo del motor.
¿Qué es un perito?
El término «perito» se deriva del latín «peritus», que significa experto o conocedor. En el contexto del mundo del motor, un perito es un profesional altamente especializado y capacitado que se encarga de evaluar y emitir informes sobre diferentes aspectos relacionados con los vehículos, sus componentes y accidentes automovilísticos.
Por lo general podemos hablar de un perito mecánico, aunque también podría ser un perito de seguros de coches, por ejemplo.
¿En qué casos hace falta un perito?
Son varios los casos en los que puede ser necesario contar con un perito, y algunos de los más comunes son los siguientes:
- Peritaje en accidentes de tráfico: los peritos desempeñan un papel crucial en la investigación de accidentes de tráfico. Su experiencia les permite analizar los eventos que condujeron al accidente, evaluar daños materiales, determinar la velocidad del impacto y, en última instancia, emitir informes periciales que pueden ser fundamentales en procesos judiciales.
- Evaluación de daños: En el ámbito de los seguros, los peritos desempeñan un papel clave al evaluar los daños sufridos por un vehículo. Su análisis exhaustivo contribuye a determinar el monto de la indemnización que debe pagarse en caso de siniestro, proporcionando una base objetiva para la resolución de reclamaciones.
- Certificación de vehículos: Los peritos también están involucrados en la certificación de vehículos, asegurándose de que cumplan con los estándares de seguridad y emisiones establecidos por las autoridades competentes. Su labor es esencial para garantizar que los vehículos que circulan en las carreteras sean seguros y respetuosos con el medio ambiente.
- Investigación de fraudes: En el ámbito de los seguros y la compra-venta de vehículos usados, los peritos desempeñan un papel crucial en la detección de posibles fraudes. Su experiencia les permite identificar irregularidades y proporcionar pruebas fundamentales en investigaciones relacionadas con prácticas fraudulentas.
Los peritos mecánicos y los vicios ocultos
Si uno compra un coche a un profesional, lo normal es que cuente con una garantía de al menos 12 meses. Sin embargo, si el vehículo se ha comprado a un particular, esta garantía no existe. ¿Significa eso que no es posible reclamar al vendedor en caso de fraude? No.
Existe la figura de los vicios ocultos. Esto son defectos importantes en el coche que eran conocidos por el anterior propietario y no fueron comunicados al comprador, o que incluso se ocultaron a propósito para evitar que el posible comprador perdiera el interés.
No obstante, una vez adquirido el coche, puede hacerse muy difícil demostrar la existencia de los vicios ocultos. Es en estos casos cuando se vuelve imprescindible recurrir a un perito mecánico.
Este podrá analizar en profundidad el vehículo, ver esas averías o defectos, y determinar si se trataban de vicios ocultos, o si efectivamente puede ser propio del deterioro progresivo del vehículo o de un mal uso del nuevo propietario.
Esto aplica también cuando se realiza la compra de un vehículo a un compra-venta profesional, y este no quiere hacerse cargo de la garantía. Es entonces cuando para poder realizar una reclamación y tener verdadera fuerza jurídica es una buena idea contar con un informe pericial.
Los peritajes de los seguros de coche
Por otro lado, las aseguradoras que ofrecen sus servicios a propietarios de coches, también contratan los servicios de peritos para realizar los peritajes del estado de los vehículos en casos en los que tienen que dar cobertura a una reparación.
El perito de un seguro no tiene por qué pertenecer necesariamente a la plantilla de la aseguradora. De hecho, por lo general no pertenece a ella. Simplemente es un especialista en el campo a tratar y tiene autorización de la aseguradora para valorar el estado de un vehículo y de una posible reparación.
La función de un perito de una aseguradora es establecer qué daños se han producido en el vehículo como consecuencia de un determinado accidente.
Por lo general, este establece también el posible coste de la reparación, que sirve como cifra orientativa a la aseguradora.
Los conflictos entre el perito de la aseguradora y el taller de reparación
Una situación común que se puede dar tiene que ver con que el perito tase los daños en el vehículo y su reparación en una cifra concreta, y luego el taller al que lo llevemos para la reparación considere que esta es más cara.
Por lo general muchas aseguradoras actualmente proceden a realizar un pago directamente al cliente con la cantidad que ha tasado el perito, dejando en manos del cliente que lleve el coche al taller.
Este puede realizar la reparación por sí mismo, no realizarla, o efectivamente llevar al taller el vehículo. En función de la tarificación que haga el taller, el seguro podría estar dispuesto a abonar una cantidad superior o podría poner más problemas.
Por ello, el peritaje realizado inicialmente es muy relevante, pues puede determinar si más tarde podremos tener problemas para cobrar toda la reparación o si esta quedará cubierta con la estimación del perito.
