Las puertas de un coche desempeñan un papel fundamental en su diseño, funcionalidad y seguridad, y una de las características más fascinantes y controvertidas del mundo del automóvil son las puertas suicidas. Este diseño, también conocido como puerta con bisagras invertidas, tiene sus raíces en la época en que los carruajes eran el principal medio de transporte, pero ha evolucionado hasta convertirse en un símbolo de lujo y sofisticación en el siglo XXI.
El diseño único de las puertas suicidas
Las puertas suicidas, también denominadas “puertas de apertura inversa”, son un diseño único de puerta de coches que históricamente se ha asociado a los coches de lujo. Este tipo de puerta cuenta con bisagras situadas en el extremo posterior de la puerta, lo que hace que se abra en la dirección opuesta a las puertas tradicionales.
Las puertas suicidas fueron especialmente populares a principios del siglo XX, y muchos fabricantes de automóviles las utilizaban en sus modelos de gama alta. Y aunque hoy puedan parecer muy raras, eran muy populares en las primeras décadas del siglo pasado, sobre todo en los modelos de coches americanos.
¿De dónde salió el término de “puertas suicidas”?
El nombre de “puertas suicidas” claramente llama la atención. La razón por la que este tipo de puertas se denominan “suicidas” se debe a que los primeros coches que las tenían eran bastante imprevisibles y peligrosos. El peligro aumentó cuando los coches empezaron a ir más rápido, y las puertas con bisagras traseras podían abrirse a gran velocidad, lo que podía empujar a cualquiera que estuviera cerca de ellas. En aquella época, los cinturones de seguridad aún no existían y esto, por supuesto, aumentaba el peligro de salir disparado del coche si la puerta se abría.
También existe otra teoría según la cual el término «puertas suicidas» procede de la época de los gángsters y sus guerras callejeras. En los años 20, las películas sobre mafias presentaban coches con este tipo de puertas y a menudo mostraban la enorme facilidad con la que los cadáveres eran arrojados a la carretera a través de estas puertas. Esta segunda teoría sugiere que el término terminó siendo una relación entre este tipo de puertas con los peligros y riesgos de pertenecer a una banda o participar en el crimen organizado.
Es importante señalar que los fabricantes de automóviles no utilizan el término “puertas suicidas” para describir este tipo de puertas debido a sus connotaciones negativas. En su lugar, optaron por términos como “puertas de estilo libre”. Sin embargo, las connotaciones negativas del término “puertas suicidas” no se han olvidado, y siguen evocando imágenes de peligro y riesgo.
El verdadero origen de las puertas suicidas
Las puertas suicidas han formado parte del diseño de coches desde principios del siglo XX, y tienen su origen en el diseño de las puertas francesas. Estas puertas eran sinónimo de lujo y sofisticación y se asociaban a la clase alta, ya que se consideraban un símbolo de estatus para los propietarios de automóviles de entonces. De hecho, Rolls Royce es famoso por tener sus coches con puertas suicidas, y todavía se consideran una de las marcas de coches más lujosas del mundo.
Las raíces del diseño de las puertas suicidas se remontan a los primeros tiempos del automóvil, cuando poseer un coche era algo lujoso y caro. En aquella época, los diseñadores de carruajes se inspiraban en otras fuentes, como la arquitectura y otros medios de transporte, para crear diseños llamativos para sus clientes.
Una de las fuentes de inspiración más notables para los diseñadores de carruajes era el diseño de la puerta francesa, popular en mansiones y grandes casas de la época. La puerta francesa, también conocida como puerta de una sola luz, consta de dos puertas adyacentes que se abren hacia fuera desde el centro con bisagras en ambos extremos. Este diseño se consideraba lujoso y solía asociarse con la clase alta.
Cuando se introdujo el motor de combustión interna a principios del siglo XX, el automóvil se hizo más accesible al gran público, pero seguía siendo un artículo de lujo reservado a los ricos. Para estar a la altura del estatus social y diferenciarse de otros modelos de automóviles, los diseñadores de automóviles incorporaron a sus coches el diseño de puerta francesa.
Como decimos, mucho tiempo después podemos seguir viendo algunos modelos de coche con estas puertas, como es el caso del Mazda MX-30. Y es que, aunque el nombre no es de lo más alentador, siguen siendo puertas que le dan un toque más lujoso y deportivo a un coche.
Los coches con puertas diferentes, como las suicidas o las de alas de gaviota son una característica distintiva de los coches que las incorporan, es por eso que estas puertas son admiradas por muchos y por lo que, probablemente, seguiremos viéndolas muchos más años, aunque sea en coches eléctricos.
