Un componente muy importante en el coche para casi todo el mundo es el aire acondicionado. Y si no que se lo digan al que tiene un coche viejísimo y al cual no le funciona. En verano es un suplicio tener que meterte en un coche que ha estado muchas horas al sol y cuando abres la puerta parece una sauna.
Claro, si queremos que el aire de nuestro coche funcione bien, tenemos que recargarlo. ¿Con qué se recarga? Con gases refrigerantes, actualmente uno de los gases que se utiliza es el gas R-134a. Aquí te explicamos lo que es y sus características.
¿Qué es el gas R-134a?
El gas R-134a o tetrafluoroetano (CF3CH2F) es un gas refrigerante e incoloro. No es inflamable, ni corrosivo ni irritante. Este gas se utiliza en sistemas de aire acondicionado, tanto para los domésticos como para los de los automóviles.
Podemos decir que el gas R-134a es un sustituto del R-12, un gas refrigerante que se dejó de utilizar porque era muy dañino para el medioambiente, sobre todo para la capa de ozono. El R-134a es mucho menos perjudicial, por eso mismo se empezó a utilizar este gas en los sistemas de refrigeración.
¿Por qué el gas R-134a es mejor que el R-12?
El gas R-134a tiene unas características de rendimiento y capacidad muy parecidas al R-12, la diferencia erradica en que este no ataca a la capa de ozono para degradarse.
El R-12 es un gas CFC, es decir, está compuesto de cloro flúor y carbono. Los átomos de cloro son los que atacan las moléculas de ozono, rompiéndolas. Por eso decimos que el R-12 es perjudicial para la capa de ozono.
Ahora bien, el R-134a, es un gas HFC (hidrofluorocarburo). Esto quiere decir que está compuesto de hidrógeno, flúor y carbono. Como vemos, estos gases ya no cuentan con cloro, el responsable de dañar a la capa de ozono.
Pero, aunque no dañe la capa de ozono, no podemos decir que sea la mejor opción para los aires acondicionados puesto que sigue teniendo aspectos negativos.
Desventajas del R-134a
Lo cierto es que el R-134a sí que es perjudicial para el medioambiente. Por ejemplo, aunque se descompone más rápido que el R-12 que dura de 50 a 100 años en la atmósfera, el R-134a sigue permaneciendo en la atmósfera 14 años.
Eso no es lo más grave, si no que contiene gases fluorados de efecto invernadero. Tiene un gran potencial de calentamiento, es decir, atrapa miles de veces más calor que el CO2. Con lo cual, es necesario dejar de usar este gas.
Prohibición del R-134A
Aunque es cierto que muchos de los coches que circulan hoy en día llevan este gas, al ser tan perjudicial y contribuir al efecto invernadero, este gas recibió su sentencia de muerte.
Los coches que salen de fábrica desde 2018 no deben utilizar el R-134a, si no que tienen que utilizar un nuevo gas llamado R-1234yf.
Como decimos, actualmente muchos coches siguen recargando el aire con el R-134a, pero es que muchos coches que siguen circulando son de antes del cambio de regulación, y por tanto sus opciones son o recargarlo con el R-134a o reconvertir el sistema de aire al nuevo gas.
Y es que aunque reconvertir la instalación del aire sea algo costoso, a la larga ahorraremos dinero. Tenemos que tener en cuenta que cuando se prohíbe un gas, este sube mucho de precio pues se ha reducido la producción por ley.
Aun así, si no quieres cambiar la instalación, puede seguir recargando tu coche con este gas puesto que muchos talleres siguen ofreciéndolo y comercializándolo. De hecho, algunos es incluso el único que tienen ya que el nuevo gas supone instalar nuevos equipos de recarga especiales ya que su manipulación es muy peligrosa. Ahora mismo, el suministro de este gas no va a acabarse, así que no te preocupes, podrás seguir recargando el aire de tu coche.
Ahora bien, conforme vaya cambiando el parque automovilístico, el uso de este gas se irá extinguiendo, dando paso al R-1234yf.
No sería lógico hacer coches que sean más ecológicos si los componentes que utilizan siguen emitiendo gases perjudiciales de efecto invernadero. Podemos decir que en un futuro próximo, este gas se dejará de utilizar y la movilidad no dañará el medio ambiente.