La llegada de los coches eléctricos va a cambiar incluso los conocimientos que tenemos sobre mecánica. Tal es así que nuevas tecnologías «by Wire» están ganando protagonismo, transformando la forma en que interactuamos con nuestros vehículos.
Después de explorar el Brake by Wire o el Drive by Wire, es momento de dirigir nuestra atención hacia otra innovación destacada: el Throttle by Wire, o control del acelerador por cable.
El trayecto evolutivo de la electrónica en los vehículos
Históricamente, la presencia de electrónica en los automóviles era limitada, enfocándose en accesorios como sistemas de sonido o iluminación. Sin embargo, con la llegada de los vehículos eléctricos y la creciente importancia de la electrónica en la conducción, estamos presenciando una revolución en el corazón mismo de los automóviles.
Throttle by Wire: despidiéndose de lo mecánico
El concepto «by Wire» implica un distanciamiento de los componentes mecánicos tradicionales, reemplazándolos con cables y sistemas electrónicos.
En el caso del Throttle by Wire, este enfoque se aplica a la gestión del acelerador, donde la conexión directa mecánica entre el pedal y el motor se sustituye por una interfaz electrónica.
Al contrario de la conexión mecánica convencional, en un sistema Throttle by Wire, la señal del pedal del acelerador se transmite electrónicamente a través de cables hacia el motor, permitiendo un control más preciso y ajustado del rendimiento del motor.
Funcionamiento del Throttle by Wire: la sinfonía electrónica del acelerador
Cuando el conductor presiona el pedal del acelerador, una señal eléctrica viaja a través de cables hasta el motor, dictando la cantidad de combustible y aire que se suministrará para lograr la aceleración deseada.
Esta conexión electrónica elimina la necesidad de componentes mecánicos, aportando una mayor eficiencia y capacidad de respuesta.
Por supuesto, implica la inclusión de una centralita específica que se dedica a esta tarea única. Y si a esto le sumamos los sistemas Brake by Wire, Drive by Wire, y todo el sistema de electrónica de los coches eléctricos, lo que tenemos es un vehículo lleno de centralitas electrónicas.
Ventajas notables del Throttle by Wire
La transición al Throttle by Wire conlleva beneficios significativos.
- La precisión en el control del acelerador se maximiza, proporcionando una experiencia de conducción más suave y eficiente.
- Se reduce la posibilidad de perder el dominio del vehículo por un problema mecánico.
- Además, al prescindir de componentes mecánicos, se reduce la necesidad de mantenimiento asociado con sistemas tradicionales, contribuyendo a la fiabilidad a largo plazo, y a la reducción de costes relacionados con este mantenimiento.
Desafíos y obstáculos del Throttle by Wire
Aunque la adopción del Throttle by Wire abre nuevas posibilidades, también plantea desafíos. La preocupación principal suele ser la fiabilidad, dado que un fallo en el sistema podría afectar el rendimiento del motor.
Sin embargo, al igual que con otras tecnologías «by Wire», la implementación de sistemas de respaldo y la redundancia se perfilan como soluciones para mitigar estos riesgos.
Aun así, no podemos olvidar que el miedo subjetivo al cambio que puede haber por parte de los usuarios los puede llegar a desconfiar de un sistema gestionado por medio de una centralita electrónica en lugar de por las acciones realizadas con los pedales.
Pero a la vez, siendo realistas podemos llegar a la conclusión de que hoy por hoy, muchos sistemas tampoco dependen directamente de la acción que realizamos sobre el pedal, sino más bien de toda una serie de elementos, como el sistema hidráulico o incluso en algunos casos los servomotores, que son sistemas intermedios entre nuestro pie y la acción de aceleración.
El sistema Throttle by Wire original del Volkswagen ID 3: un único pedal, con selector de modos en volante.
Hacia el futuro: ¿Throttle by Wire como norma?
En un escenario futuro, los vehículos eléctricos y aquellos impulsados por combustibles alternativos verán la normalización del Throttle by Wire. La capacidad de integrar sistemas electrónicos avanzados permitirá una adaptabilidad y eficiencia sin precedentes en la gestión del acelerador.
Es más, muchas de las acciones de aceleración que realiza un coche eléctrico dependen ya al 100% de sistemas electrónicos que deben comportarse según la acción que nosotros damos al pedal.
Es por esto que el Throttle by Wire va a ser una realidad generalizada en muy poco tiempo. De hecho, es más fácil que veamos antes vehículos con aceleración por cable que vehículos con sistemas Brake by Wire, dado el aspecto crítico que plantea algo tan crucial como es el sistema de freno del coche.
En conclusión, el Throttle by Wire representa un paso significativo hacia la modernización de los sistemas de conducción en los automóviles. A medida que la industria avanza hacia la electrificación total, esta tecnología se consolidará como parte esencial del diseño automotriz, definiendo la próxima era de la conducción.
