Contenido
Que el compacto de mayor éxito a lo largo de la historia sea el Volkswagen Golf con sus más de 35 millones de unidades vendidas desde el año 1974 es indiscutible, pero a pesar de lo que muchos puedan creer, el modelo de Wolfsburgo no inventó el compacto moderno, ni tampoco fue el BMW Serie 3 E36 de 1994, y después de forma más madura el Audi A3, quienes dieran vida al compacto premium. Todos esos honores recayeron en el Alfasud, un modelo de Alfa Romeo que no ha pasado a la historia tampoco por ser el más exitoso de la compañía del biscione con más de un millón de un unidades – 893.719 con carrocería hatchback de 5 puertas y 121.434 unidades del la versión coupé de 3 puertas denominada Sprint -, sino por su reputación de dudosa fiabilidad y tendencia a oxidarse fácilmente. No obstante, lo ingenioso de las soluciones técnicas adoptadas y un comportamiento extremadamente deportivo hacen que fuese, y que siga siendo, un coche formidable.
¿Cómo surge el Alfasud y a qué se debe su fama?
El Alfa Romeo Alfasud fue presentado en sociedad en el Salón del Automóvil de Turín de 1971, pero su gestación empezó a finales de la década de los sesenta. Pongámonos en situación. Desde su creación Alfa Romeo ha sufrido una serie de altibajos económicos muy importantes, sorteando la quiebra siempre por muy poco, y precisamente en esos años se encontraba en uno de esos baches financieros, ya con intervención estatal más o menos profunda.
Su reputación como marca de coches premium seguía intacta, con un palmarés en competición de primera, por lo que el deseo de poseer un modelo de la firma milanesa existía. Así pues, la solución pensada no dista mucho de la que años más tarde adoptaron marcas como BMW con el Serie 1 o incluso Audi no solo con el A3, sino también con el A1, crear un modelo más pequeño de acceso, y por tanto, más económico.
Así fue como se gestó la idea del Alfasud, un compacto de 3,89 metros de longitud que por tamaño se emplazaba por debajo de costosos sedanes como el Alfa Romeo 1750 Berlina o la “nueva clase” antecesora de la Serie 5 de BMW y que pudiera permitirse la clase media, es decir, querían crear un coche de volumen, de masas.
La fabricación se llevaría a cabo en la nueva fábrica de Pomigliano d’Arco situada al sur de Italia, de ahí el nombre del coche, muy cerca de los terrenos donde en la Segunda Guerra Mundial Alfa Romeo fabricó motores de avión. Para ello se creó en 1968 una compañía llamada Industria Napoletana Costruzioni Autoveicoli Alfa Romeo-Alfasud S.p.A. que estaba participada al 90 % por la propia Alfa Romeo y al 10 % por Finmeccania, el brazo industrial del gobierno italiano. La ubicación de la fábrica no era casualidad, pues con ello se perseguía industrializar una deprimida zona sur de Italia que no pasaba por su mejor momento.
Sin embargo, fueron una serie de factores los que hicieran que el Alfasud (y Sprint) se ganase su fama de modelo poco fiable. Por un lado, como más adelante explicaremos, contaba con una novedosa parte técnica tanto por esquemas de suspensiones como por su propio motor bóxer, de forma que al acudir al habitual taller de barrio para una sencilla reparación o puesta a punto el mecánico de turno no supiera “meter mano” a ese coche, y la respuesta ante su cliente no iba a ser esa, sino que “vaya coche malo que es imposible de arreglar”.
Pero por desgracia eso no fue todo, ya que la calidad y control de fabricación brilló por su ausencia. Por un lado, mucha de la mano de obra que existía en Pomigliano d’Arco no era mano de obra cualificada, ya que el oficio de parte de esos trabajadores residía en labores de agricultura y ganadería, no relacionada con la industria. Además, la producción también fue fruto de varios boicots como protesta por unas mejores condiciones laborales.
Finalmente, la fama de ser propenso a la oxidación y corrosión se debe a la mala calidad del acero de origen ruso que emplearon, y también a esos nulos controles de fabricación, pues las carrocerías una vez fabricadas se almacenaban al desnudo en el exterior de la fábrica hasta que eran pintadas.
¿Cómo era el Alfa Romeo Alfasud?
En cuanto al Alfa Romeo Alfasud, como producto era sencillamente formidable. Se trataba de un pequeño contacto de 3,89 metros de longitud y menos de 900 kg de peso con un diseño obra de Giorgetto Giugiaro que por aquel entonces trabajaba para Italdesign. De hecho, fue de ese mismo lápiz del que un par de años más tarde salieron las formas del primer Volkswagen Golf, en las cuales pueden verse claras reminiscencias del modelo italiano, y es que según cuentan algunos, se trataba de una suerte de diseños preliminares rechazados por Alfa Romeo.
La parte técnica corrió a cargo del ingeniero vienés Rudolf Hruska, quien recurrió a un motor bóxer longitudinal de cuatro cilindros refrigerado por agua, que por su arquitectura de cilindros planos opuestos permitía diseñar un morro muy bajito y mantener bajo el centro de gravedad, lo que mejora el comportamiento dinámico, unido a una transmisión manual de 4 y 5 relaciones con tracción delantera.
Así pues, contaba con cuatro frenos de disco, algo un poco inusual para la época, con los delanteros de tipo inboard (montados a la salida del diferencial, junto a la caja de cambios), lo que reduce la masa no suspendida. En cuanto al esquema de suspensiones, delante recurría a una McPherson y detrás a un eje rígido con mecanismo Watt.
Durante los 12 años de comercialización, desde 1971 hasta 1983, el Alfasud recibió dos actualizaciones o restylings, uno en 1978 y otra en 1980. Respecto a sus motorizaciones, inicialmente contó con esos bóxer de cuatro cilindros con cilindradas comprendidas entre los 1,2 y 1,5 litros y potencias que iban desde los 63 CV hasta los 105 CV del 1.5 que era el encargado de mover las versiones deportivas Ti (Turismo Internazionale) y QV (Quadrifoglio Verde), si bien en esos años también existieron versiones Ti de menor potencia.
Alfa Romeo Sprint, el coupé del Alfasud
Tomando la misma base del Alfasud nos encontramos con una bonita carrocería coupé de tres puertas con un inclinadísimo portón trasero, una silueta muy similar a la del Alfetta, primero llamado Alfasud Sprint, y después simplemente Sprint, el cual fue fabricado entre 1976 y 1989.
Como hemos dicho, el esquema técnico y motorizaciones eran las mismas que las del Alfasud, sólo que todos contaban con cambio manual de 5 relaciones y llegó a montar una versión de 1,7 litros del motor bóxer, de 116 CV en la versión carburada y de 105 CV en la versión con inyección, correspondiendo ambos al acabado Quadrifoglio Verde.
Más reportajes sobre cásicos e historia:
– Los 110 años de historia del logo de Alfa Romeo
– El MINI del siglo XXI cumple 20 años: así se fraguó el primer urbano premium de la historia
– ¿Qué es realmente una marca de coches premium?
– ¿Tiene un SUV alguna cualidad 4×4 o es simple fachada?: Conoce qué es un SUV y un crossover
– Citroën CX GTI de 1983: la última gran berlina francesa [vídeo]
– Edificio Lingotto: érase una vez una fábrica de Fiat construida bajo un circuito