En esta década algo muy importante que buscamos todos es encontrar fuentes de energía renovables que nos permiten producir energía limpia y de esta manera reducir la huella de carbono.
Si hay algo en lo que España puede destacar en cuanto a energías renovables se refiere, sin duda es en la energía solar. Vivimos en un país en el que hay mucho sol, el cual podemos aprovechar para producir energía de manera limpia y sostenible. Ahora bien, aunque esta energía es limpia, sigue habiendo un problema a la hora de aplicarlo a la actividad agrivoltaica.
Agrivoltaica, de granjero a ingeniero
Y ¿qué es la agrivoltaica? Es básicamente el concepto que define el uso de un terreno donde se instalan placas solares para llevar acabo actividades agrícolas y ganaderas.
«¿Y cuál es el problema?» te preguntarás. Pues que, aunque es cierto que entre placas se deja espacio para que les llegue luz a los cultivos, gran parte del cultivo queda cubierto por las placas solares. Los paneles impiden que la luz del sol llegue hasta los cultivos, lo que los afecta negativamente. Por lo tanto, la actividad agrivoltaica se convierte en una competencia entre energía/agricultura, en vez de colaborar que es lo que se trata de conseguir con este concepto.
La solución de CSIC, los paneles solares transparentes
El CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), con el objetivo de solucionar este problema, investiga la posibilidad de crear paneles que permitan el paso de la luz hasta los cultivos, permitiendo que se desarrollen como deben.
El proyecto consiste en elaborar paneles solares transparentes, de esta manera la luz que les llegue a los cultivos no se verá reducida. De hecho, con estos paneles se quiere conseguir las mejores condiciones, como son: un alto nivel de luz, difusión de la luz para llegar de manera uniforme a todos los organismos en crecimiento, composición de la luz de espectro completo para que los cultivos obtengan íntegramente los beneficios de todo el rango de frecuencias de la radiación solar, cobertura homogénea de las zonas de cultivo para que el crecimiento de las diferentes plantaciones siga el mismo calendario y una protección mecánica contra fenómenos meteorológicos adversos que históricamente han sido un enemigo imprevisible de la actividad agrícola tales como el granizo, el viento o la lluvia intensa.
Siguiendo en la línea de esta última ventaja, la agrivoltaica no se convierte solo en una forma de unificar paneles solares y actividad agrícola, si no que los paneles solares se convierten en una herramienta fundamental para garantizar el crecimiento de los cultivos. De esta manera la actividad agrícola no solo se mantendrá si no que aumentará.
Para poder conseguir todo esto, en el proyecto que se lleva acabo se estudiará la mejor combinación de materiales para hacer los paneles y a su vez se investigará la compatibilidad de esas combinaciones de materiales con el crecimiento vegetal.
Sin duda, este proyecto será un gran avance para la obtención de energía y la agricultura, ya que permitirá desarrollar las dos actividades de la forma más óptima.