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Este artículo, o más bien columna dado su carácter de opinión, podría haberse titulado perfecta «Oda a los vetustos y simples interiores de hace 15 años», y es que en pleno 2022 resulta, cuanto menos curioso, que la mayoría de los que trabajamos en un medio del motor, como en este caso es Diariomotor, y también los compañeros de otros medios, alabemos un simple mando físico para el climatizador o el volumen de la radio. Pero, ¿qué está pasando? Y para muestra, la última videocomparativa de mi compañero Juanma en la que enfrentaba el digital SEAT León con una apuesta más tradicional de la mano del Mazda 3.
Seguridad e intuición a partes iguales
A mi modo de ver, esta moda de sustituir mandos físicos fáciles de operar por controles hápticos, y sobre todo, por integrar sus funciones en pantallas táctiles con una interfaz cada vez más sobrecargada, va en contra de la seguridad e intuición, a partes iguales. Sin ir más lejos, el dial giratorio que permite controlar el sistema de infoentreteniemiento del Mazda 3, primero, sin apartar la vista de la carretera, y segundo, acertando a la primera, algo que no sucede cuando vamos a pulsar con nuestro un dedo un icono y justamente cogemos un bache, es todo un acierto. Pero es que esto tan práctico no lo inventó Mazda, ni lleva 4 años en el mercado. Se llama iDrive y lo estrenó el BMW Serie 7 E65 allá por el año 2001, siendo unas de las genialidades que nos dejó Chris Bangle, y que por aquel entonces, toda la prensa tildaba de enrevesado.
Interior Mazda 3, pantalla convencional y mando giratorio junto al cambio
Pero si seguimos con el software de estos sistemas de infoentretenimiento, la cosa no mejora, a excepción del Apple CarPlay y Android Auto, que de verdad son dos soluciones muy logradas, fáciles de usar, sin distracciones y con las funciones que de verdad usas en el coche: teléfono, música y navegador, ¿qué más necesitas? Así pues, las marcas se empeñan por añadir más menús y submenús, con opciones de configuración que ni tan siquiera pensabas que existían, y por tanto, necesitabas, y es que con un simple ordenador de a bordo para registrar consumos y kilometraje, poco más es necesario.
iDrive BMW Serie 7 E65, el primero de su clase en usarlo
Algunos errores conceptuales en la actualidad
Eso no es todo, vayamos a las últimas genialidades, como son las de confiar los mandos de la calefacción a la pantalla del infoentretenimiento, que aunque te acabas acostumbrando, nunca será tan práctico como girar una ruleta cuya posición tienes ya memorizada. Al hilo de esto, se me viene a la cabeza lo que a mi juicio considero como errores conceptuales en este sentido, y que me he encontrado en los últimos compactos del Grupo Volkswagen que he probado, el SEAT León y el Volkswagen Golf.
Alfa Romeo Giulia, con mandos físicos giratorios para modos de conducción, climatizador, luces y sistema multimedia
– El selector del volumen y de la temperatura son unos botones táctiles que se localizan justo debajo de la pantalla multimedia, muy a mano, con buena respuesta, y que más o menos el propietario de estos coches acabará grabando en su cabeza, pero que no están retroiluminados, porque su función se confía al sistema de control por voz de noche, que unas veces funciona bien, y otras no tan bien. No sé tú, pero yo tardo menos en girar un ruleta que decirle al coche que tengo frío tres veces.
– Los modos de conducción son ya un must have en cualquier coche moderno, y realmente creo que es un valor añadido que a todo caso suma, y no resta, pues en función de los sistemas y posibilidades del mismo podremos cambiar en menor o mayor medida su comportamiento: respuesta del motor, asistencia de la dirección, dureza de la suspensión, rapidez del cambio… Sin embargo, lo más lógico, y como la mayoría de las marcas lo implementan, es mediante un mango giratorio en la consola central o en el volante a modo de manettino. Sin embargo, el Golf tiene un botón táctil entre los aireadores, que aún sigue siendo aceptable, pero en el León eHybrid ¡tienes que navegar por la pantallita para poner el modo sport! Y si existiese un atajo, que no dudo que lo haya, no era tan intuitivo como una simple ruleta.
Mando de luces Volkswagen Golf 8
– Y qué decir del mando táctil de las luces avalado por la automatización de las mismas, pero que en las antiniebla no se da a día de hoy. Así pues, esos 5 o 6 días en el año que vayas a encenderlas no sabrás ni donde están. Sin embargo, es cierto que la posición más elevada en el Golf hace mucho más fácil su uso que en el León.
BMW iDrive: cuando hace 20 años Chris Bangle dio con la solución
Precisamente este año 2021 la firma bávara celebra el vigésimo cumpleaños de la Serie 7 E65, la carrocería más polémica de la saga, y también del novedoso sistema multimedia que se encargó de estrenar, el llamado iDrive, un dial giratorio con el que se controlaba múltiples funciones, desde la radio hasta la climatización, pasando por la navegación y el ordenador de a bordo, y que en su momento la prensa especialista calificó de difícil manejo.
BMW Z9 Gran Turismo
Sin embargo, antes de hablar de aquel Serie 7 presentado en el verano de 2001, debemos retroceder dos años hasta el Salón de Frankfurt de 1999 en el que debutó el BMW Z9 Gran Turismo, un concept car obra del director de diseño de la firma bávara, Chris Bangle, y del diseñador Adrian van Hooydonk. Este Z9, que se trataba de un coupé gran turismo con un aspecto muy similar al futuro Serie 6, pero con puertas de apertura tipo alas de gaviota, anticipaba dos rasgos clave de los futuros BMW, así como un ingenioso mando circular en el túnel de transmisión llamado Intuitive Interaction Concept, que pasaría a denominarse iDrive en los modelos de producción.
Intuitive Interaction Concept, el precursor del iDrive
Estamos hablando de un mando giratorio, que además era posible mover en cuatro direcciones y también pulsar hacia abajo, además de contar en las primeras versiones con un botón para volver a la pantalla principal, que después derivó en una serie de botones con accesos directos.
Por medio de este mando, no sólo en el Serie 7, sino en todos los modelos de BMW que vinieron hasta el día de hoy, se puede controlar desde el sistema de sonido, el ordenador de abordo, la climatización, el navegador… todo, o casi. A priori, la prensa del momento tildó al sistema de engorroso y complejo, comentarios que con el paso del tiempo se han convertido en halagos, sobre todo en estos tiempos en los que la interacción con esos sistemas se confía al buen atino de una pantalla táctil o al fabuloso control por voz.
Mandos giratorios adoptados por otras marcas como Mercedes, Mazda, Audi y Alfa Romeo
Pero lo cierto es que la confirmación de que el iDrive fue un acierto por parte de BMW no vino de sus usuarios, ni tampoco de la prensa, sino de las demás marcas que de uno u otro modo han ido copiando ese sistema. Son muchas, pero entre algunas de ellas nos encontramos con Audi, Alfa Romeo, Mazda o Mercedes, por ejemplo.
¿Y si lo que nos quieren vender es un iPad con ruedas y no un coche?
Esta última reflexión daría para mucho más, pero me gustaría presentarla antes de finalizar, ya que esta tendencia de sumar pantallas y más pantallas al coche (cuatro puede tener un Porsche Taycan en su salpicadero), mandos táctiles y complicados sistemas multimedia, da la sensación de que en cierta medida estamos comprando un producto tecnológico como un smartphone o una tablet, y no un coche. De hecho, en casi todos los anuncios se habla del tamaño de sus pantallas, de las funciones que tiene… y no del esquema de suspensión que monta ese coche o del último avance que trae su motorización. Y esto no es culpa de las marcas, sino de nosotros, los consumidores, que o bien demandamos eso, o lo aceptamos, y tan sólo algunas como Mazda o Dacia (entre otras) se mantienen firmes en pos de la funcionalidad. Sin embargo, esta tendencia sí que nos ha traído otras modas muy útiles, como la instrumentación digital, donde es posible mostrar las indicaciones del navegador de una forma más directa o cualquier otra información.
Interior nuevo Dacia Sandero 2020
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