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Pagar por contaminar: así es el mercado chino de emisiones

Los objetivos a corto y largo plazo son claros: reducir la contaminación lo máximo posible y alcanzar la neutralidad de carbono en 2060. Sin embargo, países como China lo tienen más complicado tras coronarse como uno de los principales emisores de gases del mundo, siendo responsable del 30% de estos. Para ponerle remedio con diligencia, se ha lanzado lo que se conoce como mercado de emisiones, una red ideada para reducir la huella de carbono o lo que es lo mismo, pagar por contaminar según qué condiciones.

Y es que aunque suene descabellado, ya se ha demostrado que el mercado de emisiones puede ser eficaz para cortar de raíz un problema que afecta al mundo entero. Con este sistema, las empresas participantes reciben una cuota determinada de emisiones que no deben superar. Aquellas que logren mantenerse por debajo de estas, podrán vender sus excedentes a otras compañías que sí las sobrepasen.

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El mercado chino de emisiones, una solución viable

En esta primera fase del mercado participarán un total de 2.225 empresas chinas pertenecientes al sector eléctrico. Y es que no es para menos, ya que dicho campo se encarga de producir un 40% de los gases del país, o lo que es lo mismo, una séptima parte de las emisiones de carbono a nivel mundial. Sin embargo, el mercado de emisiones irá aumentando gradualmente hasta el punto de abrir la puerta también a otros sectores no exentos de contaminar.

Con esta premisa, China prevé la entrada en los próximos meses de empresas pertenecientes a la industria aeronáutica, petroquímica, papel y acero entre otros. A su vez, en el sistema también se integrará a aquellas empresas que emitan gases invernaderos equivalentes a 26.000 toneladas de dióxido de carbono al año.

Este cómputo de compañías se verá incentivado a controlar sus emisiones y no superar los límites concedidos, puesto que los beneficios no solo los experimentará el planeta, sino también su propia economía. De no ser necesaria esa cuota proporcionada de emisiones anuales, la empresa podrá venderla, generando así unas ganancias que actuarán como moneda de cambio por su buen hacer en lo que a cuidar el medioambiente se refiere.

Uno de los puntos más interesantes de este mercado de emisiones chino es que, al contrario que el de otros países sujetos a los límites absolutos propuestos por los programas de comercio, cuenta con derechos de emisión basados en los resultados de años anteriores. De esta forma, estos límites de emisiones podrán negociarse o subastarse, además de otros formatos sobre los que se forma el mercado de emisiones chino.

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Javier López

Filólogo hispánico con pasión por los coches que ha conseguido unificar el campo de la escritura con el del automóvil en Diariomotor. También soy un romántico empedernido y un nostálgico, así que me veréis echando de menos muchos modelos. De pequeño debí caerme en una marmita con gasolina, o algo así. Seguir leyendo...