Contenido
- 1) I.V.T.M.: Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica
- 2) IVA, el impuesto omnipresente
- 3) Impuesto Especial Hidrocarburos
- 4) Impuesto de Matriculación
- 5) Impuesto de Transmisiones Patrimoniales
- 6) Impuesto sobre las Primas de Seguros
- 7) Inspecciones de ITV
- 8) Impuesto sobre el Patrimonio
- 9) Multas, tasas y otros tributos
Aunque muchas ciudades están tratando de desincentivar el uso de los vehículos privados y reducir su número, los coches son en verdad una gran fuente de ingresos para el fisco. Lo son para las autonomías, los ayuntamientos y el Estado. Su adquisición, uso, mantenimiento y reparación – es decir, desde el inicio hasta el fin de su vida – están gravados con diferentes impuestos. En este artículo te explicamos por qué tu coche es la máquina fiscal definitiva, y por qué las administraciones no pueden permitirse prescindir de los ingresos que genera.
Como siempre, me gusta poner ejemplos tangibles para ilustrar mis artículos, así que usaré mi propio coche para ofrecer una estimación general de los impuestos que ha pagado durante sus casi 15 años de vida. El coche es un Saab 9-3 SportHatch con motor diésel 1.9 TiD de 150 CV. El coche fue matriculado a principios del año 2006 y actualmente tiene casi 283.000 kilómetros en su odómetro, de los cuales han sido responsabilidad mía casi exactamente una tercera parte. En muchos impuestos, se harán ciertas asunciones: no se conoce su historial completo.
No pretendo hacer un artículo absolutamente preciso en lo económico, pero sí dar una cifra orientativa. En lo tocante a mi propiedad, puedo afinar mucho más el tiro. Gracias a Spritmonitor, controlo con precisión todos los gastos generados por el uso y mantenimiento del coche, y por ende, los impuestos que he tenido que pagar por ello (ver ficha del vehículo en Spritmonitor). Sin más dilación, vamos a entrar en harina. Estos son todos los impuestos que paga un coche a lo largo de su vida útil.
I.V.T.M.: Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica, la «viñeta» municipal
El I.V.T.M. es el impuesto municipal que todo vehículo paga por el mero hecho de estar «empadronado» en un ayuntamiento. Es conocido como el «número», la «viñeta» o el «impuesto de circulación». Este impuesto es recaudado por la corporación local y es una importante fuente de ingresos para cualquier ayuntamiento. Aunque se ha valorado su reforma, y se ha pensado en asociarlo a las emisiones reales de los vehículos, la realidad es que se sigue calculando en base a la potencia fiscal de los coches – un concepto realmente entrado en años.
La potencia fiscal se calcula mediante una fórmula matemática en la que se tiene en cuenta su cilindrada y su número de cilindros. La potencia fiscal de mi coche, por ejemplo, es de 12,96 CVF. Luego, cada ayuntamiento, con dicha potencia fiscal, aplica sus propias normas para calcular el I.V.T.M. que cada coche debe pagar anualmente. Es responsabilidad del propietario del vehículo a 1 de enero del año en cuestión el pago del impuesto. En el caso de mi coche, en Gijón, pago exactamente 120 euros al año en concepto de I.V.T.M.
Gasto en I.V.T.M. durante la vida del coche: 15 años x 120 euros=1.800 euros. Gasto medio anual de unos 130 euros*.
* El coche pasó la mayor parte de su vida entre Barcelona y San Sebastián, con I.V.T.M. más caros. El importe real pagado durante la vida del coche estará entre 1.800 y 2.200 euros, aproximadamente.
IVA: un impuesto omnipresente en la vida del coche
El IVA no necesita presentación a día de hoy. El Impuesto sobre el Valor Añadido grava todas las transacciones finales, y es un impuesto directamente recaudado a nivel estatal por la Agencia Tributaria. En lo tocante a los coches, recae sobre el usuario final del mismo, aunque puede ser parcialmente desgravado por empresas y profesionales. Asumiendo un uso privado de un vehículo, es responsabilidad íntegra de su propietario. Pagamos IVA al repostar combustible, en las facturas del taller o cada vez que pagamos por un servicio asociado al uso del coche.
Por supuesto, también se paga IVA cuando se compra el coche. El IVA lo paga su primer propietario, mientras que en los siguientes cambios de titularidad simplemente se paga el ITP (Impuesto de Transmisiones Patrimoniales) – de lo contrario hablaríamos de doble imposición. El IVA es actualmente del 21%, pero cuando mi coche fue comprado en el año 2006, era del 16%. El precio de mi coche cuando era nuevo fue de 33.510 euros, y el IVA que su primer propietario pagó fue de 4.359 euros. El grueso del resto de IVA asumido ha sido mantenimiento y reparaciones.
Aunque conservo su libro de mantenimiento y no pocas facturas del vehículo, resulta muy difícil, por no decir imposible, estimar una cifra del gasto generado por el vehículo. Durante el tiempo que he sido su propietario y los casi 100.000 km que he recorrido con el coche, su gasto generado ha sido de 11.582 euros. El IVA correspondiente a este gasto ha sido de 2.010 euros, 854 euros si lo prorrateo en términos anuales durante el periodo en el que he sido su propietario – el gasto en IVA es más alto ahora, a causa del mantenimiento y reparaciones, en aumento durante la vida del coche.
Tampoco podemos obviar el gasto en IVA del combustible. Asumiendo un precio medio de 1,10 euros/litro para el gasóleo durante la vida del vehículo, un tipo medio de IVA del 18%, y un consumo medio de 6,2 l/100 km a razón de 18.000 km anuales, el IVA pagado anualmente en combustible es de unos 196 euros.
Estimación de gasto anual en IVA durante los 15 años de vida del coche: 290 euros/año (compra del coche)+854 euros/año (mantenimiento y reparaciones)+196 euros/año (combustible)=1.313 euros
Impuesto Especial Hidrocarburos: cada vez que repostas
El Impuesto Especial sobre Hidrocarburos es el impuesto especial más importante del Estado, superando por mucho a los impuestos especiales que pagan el tabaco o las bebidas alcohólicas. Este impuesto grava la venta de cada litro de gasolina o diésel vendido en España, aunque existen deducciones para usos agrícolas, usos profesionales o diplomáticos. Este impuesto es una cuantía fija de dinero por litro: en caso del gasóleo, es de 0,307 euros/litro, mientras que en el caso de la gasolina de 95 octanos es de 0,401 euros/litro.
La gasolina de 98 octanos paga 0,43 euros/litro. El actual gobierno lleva años queriendo equiparar la fiscalidad del diésel con la de la gasolina, para armonizar la estructura del impuesto con la estructura impositiva europea. Aunque en 2021 no va a ser modificado, damos por hecho que en un futuro más o menos cercano el gasóleo se encarecerá a causa de ello. Sea como fuere, los impuestos suponen una parte muy importante del precio que pagamos por un litro de combustible. De hecho, suponen más de la mitad del precio que pagamos en el surtidor.
Durante la vida del coche, asumiendo un consumo medio real de 6,2 l/100 km, este coche se ha «bebido» nada menos que 17.484 litros de gasóleo. A razón de 0,309 euros/litro, estamos hablando de un total de 5.403 euros.
Gasto anual en Impuesto Especial sobre Hidrocarburos: 5.403 euros/15 años=360 euros
Impuesto de Matriculación y recargo por CO2
El Impuesto de Matriculación es un impuesto obligatorio que todo coche debe pagar a la hora de ser matriculado en España. Es un impuesto que ha sido modificado en profundidad durante los últimos 15 años. Cuando mi Saab 9-3 era un coche nuevo en 2006, el tipo de gravamen del Impuesto de Matriculación se calculaba en base al tipo de combustible del coche y su cilindrada. Por aquél entonces, mi coche pagaba un 7% en este concepto. El importe a pagar de este tributo transferido a las Comunidades Autónomas se calcula sobre el precio base del coche – precio franco en fábrica y transporte, sin IVA.
Teniendo en cuenta que su precio fue de 33.510 euros, estamos hablando de que pagó 1.908 euros solo en concepto de Impuesto de Matriculación. En 2008, la reforma del Impuesto de Matriculación ligó el tipo de gravamen a las emisiones medias de CO2 de su homologación NEDC de consumos de los coches nuevos. Para menos de 120 g/km el tipo de gravamen es el 0%, es el 4,75% para emisiones de hasta 160 g/km, del 9,75% para emisiones de hasta 200 g/km y del 14,75% de ahí en adelante. Algunas CC.AA. aplican recargos en algunos tipos, elevando el tipo máximo al 16%.
A partir de enero de 2021 el IEDMT se calcula referenciado a las emisiones WLTP de los coches, provocando un incremento sustancial en la recaudación a causa del salto de tramo de muchos vehículos, y a su «aumento» de emisiones homologadas.
Gasto anual en Impuesto de Matriculación: 1.908 euros/15 años=127 euros
Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, en coches de segunda mano
El Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (ITPYAJD) grava las transacciones de bienes usados. Aunque la Agencia Tributaria quiere aplicarlo incluso al videojuego usado que has comprado por 10 euros en Wallapop, la realidad es que solo es significativo en transacciones de bienes como inmuebles o vehículos. Su razón de ser es gravar transacciones que ya no están sujetas al IVA, que grava el consumo final. Este tributo es aplicado por cada Comunidad Autónoma, y en general, su tipo suele oscilar entre el 4% y el 8%, aunque en algunas CC.AA. está ligado a datos como la potencia fiscal, o el tipo de vehículo transmitido.
El tipo de gravamen se aplica sobre el valor de transmisión del vehículo, y el impuesto es pagado por el comprador del vehículo, que lo debe liquidar en su lugar de residencia a la hora de transferir la propiedad del vehículo a su nombre. El valor de transmisión del vehículo tiene como base de cálculo el valor indicado en el contrato de compraventa, o en su defecto, el valor venal del coche – es decir, el valor del vehículo en las tablas del servicio tributario de cada comunidad. Este valor está por norma general ligado – casi exclusivamente – a la antigüedad del vehículo.
Personalmente he pagado 416 euros en concepto de ITP cuando compré mi coche. Teniendo en cuenta que ha tenido dos transmisiones previas a precios muy superiores, es seguro pensar que este coche ha generado cerca de 2.000 euros en ITP desde su matriculación.
Gasto anual en ITP desde que soy propietario del vehículo: 208 euros
Impuesto sobre las Primas de Seguros (IPS)
Todo vehículo que circule por la Red de Carreteras del Estado y las ciudades del territorio español deben tener un seguro de responsabilidad civil en vigor. Es un seguro obligatorio, y la circulación sin seguro está duramente penada (hasta 3.000 euros y la inmovilización del vehículo). El seguro es el producto que contratamos, y la prima, que es lo que realmente pagamos, es una simple transferencia a la aseguradora del riesgo inherente a la circulación de nuestro coche. Las primas de seguro están exentas de IVA, pero están gravadas por el Impuesto sobre las Primas de Seguro (IPS).
Este impuesto es de tipo fijo, y se aplica sobre la prima que pagamos religiosamente por el seguro de nuestro coche. Llevaba más de dos décadas sin ser modificado – la ley que lo regular entró en vigor en 1997 – pero en 2021 su tipo fijo ha pasado del 6% al 8%. Este incremento del 2% ha sido valorado por el Gobierno en una recaudación de 455 millones de euros para las arcas del Estado. En estos momentos, por el seguro a terceros ampliado de mi coche, pago unos 250 euros anuales. Asumiendo un importe medio anual de 300 euros en la prima del seguro, todos los años se han pagado unos 17 euros de impuesto.
Gasto anual en Impuesto sobre las Primas de Seguros: 17 euros
Inspecciones de ITV
Las ITV son otra fuente de gasto a la hora de ser el propietario de un vehículo. Las ITV para coches particulares son cada dos años desde los 4 a 10 años de antigüedad del vehículo, y son anuales a partir de los 10 años – si no la superamos a la primera, algunas CC.AA. obligan a pagar la segunda inspección. La inspección en sí misma es un servicio público: aunque algunas comunidades han privatizado el servicio o lo articulan en empresas públicas, en última instancia, el importe que pagamos repercute en las arcas del estado. Además, su precio final no solo está sujeto al 21% de IVA e incluye una pequeña tasa administrativa para la DGT.
* Gasto anual en ITV para vehículos diésel en Asturias: 39,65 euros
Impuesto sobre el Patrimonio, solo en grandes fortunas
Aunque solo afecta a algo más de 200.000 contribuyentes en España – aquellos afortunados de tener un gran patrimonio en bienes muebles e inmuebles – este impuesto contempla en su cálculo el valor de mercado de los coches que tengamos en propiedad. Para el cálculo de este valor de mercado se usarán las tablas de valoración que la Agencia Tributaria emplea para el cálculo del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (ITPYAJD). El Impuesto sobre el Patrimonio tiene un tipo fijo de hasta el 3,75% en Extremadura, la CC.AA. que más caro «se lo cobra».
Es potestad de las autonomías regular el tipo final y la base exenta: Madrid lo bonifica al 100%, y el mínimo exento llega a estar en solo 400.000 euros en Aragón.
* Gasto anual en Impuesto sobre el Patrimonio: 0 euros (desgraciadamente)
Vados, multas, otros impuestos y otras tasas
Aunque he tratado de hacer una lista exhaustiva de los impuestos que pagamos por el uso y propiedad de un coche, hay gastos que hemos podido pasar por alto. Entre estos gastos están tarifas municipales de estacionamiento (anual o puntual) en las calles, el vado que cada garaje – comunitario o individual – debe pagar al ayuntamiento de su localidad, las tasas de la DGT por trámites como la expedición de un permiso de circulación, o las tasas que cualquier otro trámite relacionados con vehículo paga. Incluso el fin absoluto de su vida útil está sujeto a tasas por baja definitiva.
Tampoco debemos olvidar las multas y sanciones, ingresos públicos íntegros sin posibilidad alguna de deducción. Y sí, las multas, contempladas en los presupuestos de la DGT de cada año, ascendieron a la tremenda cifra de 182 millones de euros en 2019 – a mayores, están las que recaudan los ayuntamientos en las ciudades. Por último, en el caso de donaciones y herencias, un coche supone otra fuente de gravamen. A estas alturas de la película, queda claro que el coche es la máquina fiscal definitiva, ¿verdad?