Aunque el ser humano parece no haber aprendido nada de las guerras vividas a lo largo de la historia, lo cierto, y muy triste a la vez, es que muchos avances tecnológicos han provenido de la inversión en mejoras militares. Si ayer hablábamos de cómo preparar un vehículo para una emergencia como la de Ucrania, hoy hablamos de algo que estamos viendo recientemente en las fotografías sobre la crisis ucraniana. Entre las imágenes del ejército ucraniano que se han publicado en los últimos días, una curiosa es la que acompaña a este artículo de Europa Press, donde varios soldados aparecen con unas gafas amarillas. Pero más curioso aún es el hecho de que estas gafas tienen un papel que podemos aprovechar también al conducir de noche.
En muchos casos se venden como gafas de protección para trabajo o como gafas deportivas, pero sus beneficios son los mismos en todos los casos, y a la hora de conducir pueden resultar más útiles de lo que pensamos. En Amazon puedes encontrar unas gafas de buena marca (Uvex) por unos 12 euros, e incluso con diseño moderno por unos 13 euros.
¿Qué hacen las gafas amarillas?
La retina de nuestro ojo se encarga de percibir las imágenes y hacer que el cerebro pueda reconocer lo que estamos viendo. Son como el sensor de una cámara de fotos. Y en la retina tenemos dos tipos de células sensoras, los conos y los bastones. Simplificando al máximo, podemos decir que los conos son los protagonistas durante el día, con mucha luz, mientras que los bastones son los que cobran protagonismo cuando la luz se va.
La función de las gafas amarillas es doble. Por un lado, crea la sensación de que es de día y hay luz natural de forma artificial, logrando que los conos estén activos por más tiempo. Más sensores es igual a mejor visión.
Al conducir de noche esto es muy importante y puede ser clave. Lo mismo ocurre en el caso de profesionales que tienen que trabajar de noche o deportistas que salen a hacer rutas cuando ya no hay luz. De ahí que estas gafas se suelan englobar como accesorios para estos usos.
Evitan deslumbramientos
Además de lo anterior, estas gafas ayudan también a reducir los deslumbramientos. Cuando todo a nuestro alrededor está oscuro, nuestras pupilas se dilatan para captar más luz. Si en ese momento una fuerte luz, como la de unos faros, entra por nuestros ojos, se produce un deslumbramiento.
Las gafas amarillas «aclaran» lo que nuestro ojo está viendo, de forma que las pupilas no se dilatan tanto, reduciendo así el efecto del deslumbramiento en caso de producirse.
Por unos 12 euros puedes tener unas gafas amarillas que te vendrán genial si tienes que conducir de noche, siendo especialmente útiles cuando todavía queda algo de luz natural, al atardecer o al amanecer. También son ideales cuando el cielo está cubierto y todo está gris, pues nos ayudan a tener matices con más contraste a la hora de conducir y diferenciar lo que tenemos ante nosotros. Un buen accesorio para conducir.