Aunque España no era un país en el que el uso de cadenas fuera extremadamente común más allá de las zonas de alta montaña, poco a poco hemos ido viendo cómo las nevadas han ido siendo frecuentes incluso en zonas donde antes prácticamente parecían imposibles. El contar con unas cadenas de nieve de calidad no es algo que debieras pasar por alto. Es probable que tengas que usarlas antes o después, y en ese momento agradecerás haber elegido de forma acertada.
Hoy en día hay diferentes tipos de cadenas de nieve que puedes utilizar, cada tipo tiene unas características concretas, y una serie de ventajas y desventajas. Por ello, te vamos a guiar para que elijas las mejores cadenas de nieve según tu coche, el uso que vayas a hacer, y tus perspectivas con respecto a ellas. Recuerda que, elijas las que elijas, es imposible elegir aquellas que se adapten al tamaño de neumático de nuestras ruedas.
Las cadenas metálicas tradicionales: por unos 26 euros
Son las más clásicas de todas. Estas cadenas las habremos puesto ya unas cuantas veces, las llevaremos en el maletero, o las habremos llevado durante mucho tiempo. Lo mejor de estas cadenas es que son igual de efectivas que lo eran hace años. La cadena metálica hace que la rueda traccione y no patine sobre la nieve y el hielo.
No son para ir a 120 km/h, pero nos sacan de un apuro. Eso sí, la instalación no es la más fácil del mundo, y si cometes un error y no las instalas bien puedes acabar con ellas enrolladas en el eje de la rueda y con un problema mayor que la solución. No obstante, son una opción barata y efectiva que no debemos pasar por alto. Por unos 26 euros puedes hacerte con este juego de cadenas para las ruedas motrices que incluye guantes.
Cadenas de nieve textiles: por unos 33 euros
Este tipo de cadenas también las conocemos bien. Llevan ya unos cuantos años entre nosotros, aunque lo cierto es que siguen teniendo detractores. Estas cadenas de nieve destacan por su facilidad de instalación. De hecho, las originales eran de la marca AutoSock, porque se instalan como un calcetín, como si fueran unas fundas para las ruedas.
Además de ser más fáciles de instalar, hacen menos ruido al no llevar una cadena metálica que va entrando en contacto con el asfalto. No obstante, si entramos con ellas en zonas limpias de nieve las desgastaremos muy rápido, lo que es una de las principales críticas. Y aunque son muy efectivas en nieve, hay quien afirma que sigue prefiriendo la seguridad de las cadenas metálicas. Aun así, si quieres unas cadenas con las que no complicarte para instarlas, estas son una de las mejores opciones, por solo 33 euros.
Las cadenas de red, lo mejor de los dos mundos, por más de 100 euros
Hemos hablado de ventajas de unas y de otras en el caso de las dos anteriores, pero lo cierto es que hay unas cadenas que nos ofrecen las ventajas de las dos, que son las cadenas de nieve de red. A base de cuerda textil se crea una estructura de red que es lo que rodea a la rueda. Y se instalan igual de fácil que las textiles al aportar cierta elasticidad y tener una correa de tensionado rápido.
Eso sí, también son más caras. Ahora mismo no hay muchas en el mercado, y las más populares son las de Michelin, que pueden superar con facilidad los 100 euros en función de la medida de los neumáticos. No obstante, si queremos lo mejor de lo mejor, estas podrían ser una opción.
Cadenas universales antideslizantes, un concepto en auge por unos 50 euros
Cada vez vamos a ver más estas cadenas en el mercado porque están ganando popularidad. Son universales porque las podemos utilizar para diferentes tamaños de rueda. Esto es gracias a que en realidad a que en cada rueda se instalan cuatro piezas, rodeando toda la rueda, y se adaptan a todos los tamaños de neumático y llanta.
Están compuestas por piezas de plástico que se fijan por correas a la llanta. La ventaja es que como están fijadas a los radios de la llanta, no pueden deslizar por la rueda, lo que mejora el agarre del neumático. Además, tienen una especie de clavos para agarrarse a la nieve y al hielo. Su gran carencia es que tenemos que instalar entre tres y cuatro piezas por rueda, lo que nos llevará algo más de tiempo. Y no son compatible con tapacubos. Su precio es de unos 50 euros para un pack de 8 unidades (4 por cada rueda motriz).
Las cadenas antideslizantes vitaminadas: que nada te pare, por unos 83 euros
Siguiendo el mismo concepto de las cadenas anteriores tenemos esta versión que será ideal para aquellos que vayan a pasar temporadas en zonas de nieve y necesiten una opción más contundente. Aumenta la cantidad de clavos de acero e incluye unas placas adicionales de acero para ampliar la capacidad con la que rompe el hielo.
Además, son efectivas a una temperatura de hasta 50 grados bajo cero. Es una compra ideal si vamos a pasar por terrenos off-road. El pack con 6 unidades (3 por cada rueda motriz), tiene un coste de 83 euros.
Cadenas de nieve en forma de bridas, por 29 euros
Estas cadenas son una versión algo más rústica de las anteriores. En lugar de llevar 3 ó 4 piezas que se instalan en las ruedas con elementos de acero, estas son bridas con una superficie dentada. Viene un pack de 10 unidades para que instalemos las que necesitemos. Por supuesto, podemos usarlas en diferentes tamaños de rueda.
Es una de esas cosas que podemos llevar en el maletero siempre, pues ocupan poco espacio, y en caso extremo nos pueden sacar de un apuro serio. Lo mejor de todo es que su instalación es sencillísima, por lo que en una situación de emergencia o de tensión, pueden ser muy útiles. Su precio es de 29 euros ahora mismo en Amazon.
Cadenas líquidas, una solución barata para salir del paso por 7 euros
una capa a base de spray en las ruedas de manera que la superficie de los neumáticos tenga un agarre superior. Estas cadenas no sustituyen al uso legal de unas cadenas homologadas. Sin embargo, sí pueden ser útiles para diferentes situaciones.Las cadenas líquidas no tienen mucho misterio. Aplicamos
Si todavía no hay suficiente nieve como para que sea obligatorio el uso de cadenas, pero ya hay hielo en el asfalto, puede ser una buena compra. También es ideal para evitar situaciones como la que el año pasado se hizo tan popular de aquel conductor que perdía la tracción del vehículo en la rampa helada del garaje y acababa impactando contra la puerta. Por solo 7 euros, es un gasto que vale la pena.
