Año 1955: el maravilloso coche de hélices de Clifford Robins (vídeo)
Año 1955. Clifford Robins, dueño de una tienda en Yeovil, Inglaterra, se pasea por su barrio con un artilugio de lo más exótico. No tiene techo, no tiene transmisión, no tiene caja de cambios, ni embrague, por no tener no tiene ni tan siquiera un motor conectado a sus ruedas. Clifford tuvo la brillante idea de diseñar un coche casero recurriendo a una técnica nada habitual, la de utilizar un propulsor de hélices para obtener movimiento.