El Ford Cosworth DFV V8 era un motor maravilloso, con una idea revolucionaria que incluso los motores eléctricos copian hoy
A mediados de los sesenta, Ford ya era una potencia en competición, pero aún no había ganado en Fórmula 1. Al mismo tiempo, Lotus sí estaba ya triunfando y buscaban el motor definitivo, un 3.0 ganador. En Ford ya sabían de lo que eran capaces tras los éxitos del Ford Lotus Cortina, pero necesitaban un plan. Y Mike Costin y Keith Duckworth lo tenían, habiendo fundado Cosworth (suma de ambos apellidos). El plan se conocería como Cosworth V