El explosivo final de las limusinas presidenciales de Estados Unidos para mantener sus secretos a salvo
Sólo el Servicio Secreto de Estados Unidos y las marcas implicadas conocen todas y cada una de las especificaciones que debe reunir la limusina presidencial. Guardan, celosos, una información cuyo valor es incalculable: razón por la que, cuando dejan de ser vehículos oficiales, son destruidos. Literalmente. Y el proceso es de lo más extremo que podéis imaginar porque ponen a prueba todos sus sistemas de seguridad. Corría el año 1902 cu