La custom japonesa que siempre olvidas va fina como un Rolex, hará 100.000 km sin pestañear y es compatible con el carnet A2
Cuando pensamos en motos custom, nos viene a la cabeza un señor americano entrado en años, con chaqueta de cuero, barba y cara de pocos amigos. Ese señor suele pilotar una Harley-Davidson cargada de cromados y equipada con un enorme motor V-twin de sonido llamativo. Sin embargo, las motos custom se han diversificado mucho durante los últimos años, y han permeado a segmentos mucho más amables y cercanos al gran público. El mejor ejemplo es