No entres en este artículo si no quieres llorar por la brutal inflación en coches ideados para petrolheads
Aún recuerdo cuando por allá en el año 2006 mi padre compró un Volkswagen Golf GTI de quinta generación. Negro, cinco puertas e interior beige que aún sigue en la familia con más de 200.000 kilómetros a sus espaldas. Algo más de 28.000 euros fueron lo que se tuvo que desembolsar por el coche, una cifra que recuerdo que mi padre comparó con lo que le había costado el Golf GTI II que tuvo otrora haciendo alusión a "qué caros están los