Cóctel para un accidente de 4 millones de euros: alcohol, un Koenigsegg Agera R y cero sentido común
El alcohol y cualquier tipo de vehículo no se llevan bien. El problema viene cuando alguien subestima las capacidades de aceleración de un hiperdeportivo como el Koenigsegg Agera R. Y además, va borracho. Ya hemos visto que los coches de altas prestaciones son máquinas potencialmente muy peligrosas en las manos inadecuadas. El dueño de un Koenigsegg Agera R se ha quedado sin su coche, y por fortuna no hay que lamentar ningún daño personal.