El destino del pistón del Mitsubishi Lancer Ralliart con motor de cuatro cilindros al mezclar turbo, altas RPM y casi 300 CV
El turbocompresor es como una espada de doble filo. Por un lado, puede entregar una avalancha de potencia capaz de catapultar a tu vehículo a velocidades de vértigo. Pero por otro, si no se maneja con precaución, puede convertirse en un arma letal que destruya por completo el corazón de tu preciado automóvil: el motor. Esta es la dura lección que tuvo que aprender el desafortunado dueño de un Mitsubishi Lancer Ralliart. Los restos de una