El Porsche 911 es el deportivo más importante de la historia de Porsche. Su origen se remonta a 1963 y, durante todos estos años se ha convertido en un icono automovilístico de los deportivos europeos. Actualmente se fabrica la octava generación, presentada en 2018, con código 992. Desde su nacimiento, ha mantenido intacta su filosofía: un deportivo de 2+2 plazas, con motor trasero de seis cilindros enfrentados de tipo bóxer, o para ser más exactos, de tipo flat-six.
Dentro de la gama Porsche 911, se pueden comercializar más de 20 variantes distintas. Existen tres tipos de carrocería (Coupé, Cabrio y Targa), con tracción trasera o tracción a las cuatro ruedas. El precio del Porsche 911 va desde poco más de 100.000 euros del 911 Carrera de acceso hasta cifras superiores a los 300.000 euros del 911 GT2 RS, la versión más potente y orientada a circuito (ver guía de compra con los mejores coches de lujo del mercado).
Modelos de acceso | Modelos deportivos | Modelos ultradeportivos |
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911 Carrera | 911 Carrera T | 911 GT3 |
911 Carrera S | 911 Carrera GTS | 911 GT3 RS |
911 Carrera Cabriolet | 911 Carrera GTS Cabriolet | 911 GT2 RS |
911 Carrera S Cabriolet | 911 Carrera 4 GTS | 911 S/T |
911 Carrera 4 | 911 Carrera 4 GTS Cabriolet | |
911 Carrera 4S | 911 Targa 4 GTS | |
911 Carrera 4 Cabriolet | 911 Turbo | |
911 Carrera 4S Cabriolet | 911 Turbo S | |
911 Targa 4 | 911 Turbo Cabriolet | |
911 Targa 4S | 911 Turbo S Cabriolet |
Historia del Porsche 911
Como ya hemos comentado, el Porsche 911 es el deportivo más importante en la historia de Porsche y, posiblemente, el más conocido de la historia del automóvil. Todas sus generaciones se caracterizan por una gran fidelidad a un concepto inicial no necesariamente correcto, pero profundamente auténtico. Es probable que su estética inconfundible, su forma y proporciones sean tan importantes o más en el éxito de este modelo a lo largo de décadas que sus características técnicas.
Primera generación, el Porsche 901 (de 1963 a 1973)
El primer Porsche 911 se denominó originalmente Porsche 901 y fue lanzado al mercado en 1963 como sucesor del Porsche 356. A los pocos meses, Porsche tuvo que cambiar el nombre a su deportivo por problemas legales con Peugeot, que tenía la patente de las denominaciones de 3 cifras con un cero en el medio, así que se cambió el nombre por el mítico 911.
No es casualidad que su diseñador, el ingeniero austro-húngaro (no alemán) Ferdinand Porsche, fuese también el creador del Volkswagen Escarabajo, un modelo cuya estética y distribución mecánica pasó al Porsche 356 y de éste al 901 (911) hasta nuestros días. El parecido es innegable, aunque la silueta del 911 sea más baja y estilizada.
El Primer Porsche 911 es ya un coupé de 2+2 plazas, tracción trasera con el motor colgado por detrás del eje trasero, refrigerado por aire y una corta distancia entre ejes, lo que le otorga una de las peores distribuciones de masas posibles y un comportamiento nervioso e incluso peligroso en curva. Desde un punto de vista ingenieril, el primer 911 no es precisamente un dechado de virtudes, pero al igual que sucedió con su abuelo el Escarabajo, su enorme personalidad pudo compensar todas sus carencias.
En esta generación existen las carrocerías Coupé y Targa, porque Porsche no se atrevió a lanzar una versión descapotable por la falta de seguridad que tenía este tipo de carrocería en caso de vuelco. La versión Targa es, en realidad, lo más parecido a un descapotable que se puede construir manteniendo un arco central de seguridad siempre presente.
La corta distancia entre ejes de la primera generación fue corregida en 1969, con lo que se obtiene un vehículo más amplio pero sobre todo más estable tanto en recta como en curva. La versión más potente de esta generación fue el mítico Porsche 911 2.7 RS de 1972, con 210 CV y más conocido como «cola de pato» por su peculiar alerón trasero que forma un extraño ángulo con la caída de la tapa del motor. Hoy en día es uno de los clásicos más cotizados del mundo.
Segunda generación, el Porsche 911-G (de 1973 a 1989)
El Porsche 911-G aporta cambios estéticos sobre el primero de los 911 además de una escalada de potencia, siendo su característica principal la integración de los intermitentes en el paragolpes frontal, la continuidad de las ópticas traseras de lado a lado del coche y la introducción por primera vez de una versión descapotable y la llegada del primer Porsche 911 Turbo.
Esta generación permanecería en el mercado nada menos que 16 años, siendo el 911 más longevo. Esto fue debido a un error de cálculo por parte de Porsche que, en 1977, presentó su flamante Porsche 928, un Gran Turismo de motor delantero-central con interior de coche de lujo, más avanzado técnicamente, mejor equipado y con una distribución de masas mucho más lógica que la del Porsche 911.
El Porsche 928 estaba destinado a sustituir al 911, pero el éxito de ventas del modelo clásico de Porsche hizo imposible su sustitución. Finalmente, el Porsche 911 terminó sobreviviendo a su teórico sucesor.
Tercera generación, el Porsche 911 964 (de 1988 a 1993)
La tercera generación del Porsche 911 vio la luz en 1988 y fue la más breve, permaneciendo tan solo 5 años en el mercado. Bajo una apariencia de continuidad total con el anterior, esta generación supone en realidad un salto tecnológico notable, a la vez que cambian todos los paneles de la carrocería.
Estéticamente la diferencia más notable es tal vez la integración de los paragolpes en la carrocería y en la parte mecánica la gran novedad (además de mejoras mecánicas obvias acordes con su época) es la introducción por primera vez de la tracción integral en el Porsche 911 Carrera 4.
Cuarta generación, el Porsche 911 993 (de 1993 a 1998)
El que posiblemente sea el Porsche 911 más atractivo y completo de la historia, el Porsche 911 de cuarta generación, trae consigo importantes cambios estéticos y técnicos, incluyendo la primera suspensión trasera multibrazo que pasaba el comportamiento del coche a otra liga y lo hacía mucho más conducible y seguro.
En la parte estética, esta generación se distingue por un perfil más aerodinámico, una integración más perfecta de las defensas y las aletas dentro de la carrocería, una mayor inclinación e integración de los faros y un incremento de calidad y fiabilidad en general.
Con el tiempo, esta es una de las generaciones más codiciadas por los coleccionistas que quieren un coche clásico y al mismo tiempo fiable y utilizable en la vida real.
Quinta generación, el Porsche 911 996 (de 1997 a 2005)
Todo el mundo puede cometer un error, también Porsche. En el caso del Porsche 911 ese error se llamó 996, la considerada generación «negra».
En la parte estética, el 996 pierde la redondez de sus faros que es su seña más característica y adopta unos intermitentes integrados en la parte inferior en forma de lágrima. Visto hoy en día casi cuesta creer que a alguien le pareciese buena idea perder la imagen del icono y este cambio está considerado como uno de los mayores errores estéticos de la historia del automóvil, junto con la generación del Jeep Wrangler que salió con los faros cuadrados.
Por si esto fuese poco, la parte posterior adoptó unas enormes ópticas laterales e independientes, rompiendo también la línea seguida hasta entonces.
Puestos a cambiar, los diseñadores de Porsche se atrevieron también con el interior en el que dieron paso a una consola central vertical que también rompía totalmente con la línea seguida hasta el momento, acompañando el cambio con una clara pérdida de calidad.
Para terminar de aderezar el desastre, esta generación es también la que introduce el fatídico sistema IMS, un sistema de distribución mal diseñado de base y que ha sido siempre una fuente de problemas para los Porsche de esta generación (también afectó al Boxter). También es el 996 el primer 911 en abandonar la refrigeración por aire e introducir la más moderna refrigeración por líquido, perdiendo con ello otra pieza más de su encanto.
En resumen, la generación 996 es un capítulo a olvidar en la historia del 911 y es probable que con otra más igual se hubiese cerrado definitivamente el Porsche 911 por derribo.
Sexta generación, el Porsche 911 997 (de 2004 a 2012)
El Porsche 911 997 tuvo la misión de restituir al clásico al lugar que merecía. Para ello, se volvió a la estética que nunca se debió perder, se rescató a la calidad que nunca se debió abandonar y se recuperó la esencia del 911 de siempre.
Esta generación se caracteriza por unas ópticas frontales «clásicas», redondas, combinadas con una ópticas posteriores aún heredadas del 996, de gran tamaño y separadas entre sí, combinadas con unos enormes tiradores ovalados en las puertas de dudoso gusto. El interior sigue teniendo un panel central vertical que divide el salpicadero en dos partes diferenciadas, pero la calidad mejora.
Mecánicamente se solucionan los problemas derivados del IMS pocos años después de su lanzamiento y se introduce el cambio de doble embrague PDK, uno de los más avanzados del momento. Este cambio es tan notable que empieza a poner en jaque la continuidad de los cambios manuales.
Séptima generación, el Porsche 911 991 (de 2011 a 2019)
La séptima generación del Porsche 911 supone una obra de arte en diseño, muy fiel al original y al mismo tiempo ultramoderno. Gana mucho en tamaño frente a sus antecesores y deja de ser ese coche pequeñito, como de juguete, convirtiéndose en un deportivo con más entidad sobre el asfalto.
Posiblemente el mejor 911 en el momento de su lanzamiento, esta generación es un compendio tecnológico notable con la introducción, entre otras cosas de la dirección a las 4 ruedas. El restyling introducido hacia el final de su vida comercial denominado 991.2 eliminó por completo los motores sin turbo de la gama, manteniendo curiosamente la denominación de «Turbo» para una de sus versiones, a pesar de que todos llevan admisión forzada.
Octava generación, el Porsche 911 992 (desde 2018)
El Porsche 911 992 se presenta al mundo en 2018, manteniendo y mejorando todas las cualidades técnicas y estéticas de su predecesor.
El Porsche 911 es hoy en día uno de los deportivos más atractivos del mundo, tanto por su historia como por su estética inconfundible, pero también por su tecnología de vanguardia. El 992 elimina las grandes botoneras de la consola central, introduciendo grandes pantallas táctiles que aglutinan casi todas las funciones.
Contra todo pronóstico, el 911 mantiene versiones con caja de cambios manual aunque mayoritariamente se venden con el maravilloso cambio automático PDK, que mejora en prestaciones y consumos a la caja manual pero le quitan ese punto de implicación para el conductor que significa pisar el tercer pedal y cambiar de marcha por uno mismo. Renovado en 2024, el Porsche 992.2 ha tenido el honor de ser el primer Porsche 911 híbrido de la historia, con una mecánica orientada al máximo rendimiento, mediante el uso de un turbo eléctrico, un motor eléctrico de apoyo y una batería muy ligera de casi 2 kWh.
Porsche 911 T-Hybrid en un minuto