La Volkswagen Caddy es una furgoneta de pasajeros derivada de un vehículo industrial, del segmento C, fabricada por Volkswagen desde 1980. Actualmente se comercializa la cuarta generación, presentada en 2020. La Volkswagen Caddy se caracteriza por su imagen, más sofisticada que la de sus rivales, y por su carga tecnológica, muy similar a la de un turismo convencional. Se fabrica en la planta de Volkswagen en Poznan, Polonia.
Entre las furgonetas que aspiran a rivalizar con el Volkswagen Caddy nos encontramos con otros vehículos de su clase, entre los que destacan el Citroën Berlingo, el Dacia Jogger, el Nissan Townstar, el Peugeot Rifter o el Renault Kangoo.
Diseño de la Volkswagen Caddy
El diseño exterior de la Volkswagen Caddy es, evidentemente, el de una furgoneta que no intenta esconder sus orígenes pero sí pretende refinarlos. Así pues, es claramente reconocible como un modelo de la marca Volkswagen, especialmente en el frontal, donde nos puede recordar vívidamente a otros Volkswagen como el Volkswagen Golf o el Volkswagen Touran.
Con una superficie frontal prácticamente cerrada y muy aerodinámica, destaca la integración de un paragolpes envolvente con una parrilla superior que se une con los faros (con tecnología LED) que otorgan una sensación de tecnología y diseño al conjunto. Si bien el resto de vistas (tanto lateral como trasera) son más propias de una furgoneta tradicional, la realidad es que la Volkswagen Caddy ofrece una sensación de empaque superior a la media.
De esta furgoneta se comercializan dos longitudes diferentes: una normal (4,50 metros) y otra larga o Maxi (4,85 m).
Motores de la Volkswagen Caddy
Mecánicamente la Volkswagen Caddy está disponible tanto con motores diésel como gasolina. Entre las opciones diésel existe un único motor 2.0 TDI con dos niveles de potencia (102 CV y 122 CV), mientras que en el caso de las variantes de gasolina la única opción disponible es un motor 1.5 TSI de 114 CV. Existen cajas de cambio manuales de 6 relaciones y automáticas DSG de 7 velocidades.
La tracción es al eje delantero con opción de tracción total para el motor diésel de 122 CV, y no existe la opción de contar con mecánicas electrificadas a ningún nivel, de forma que todas las Volkswagen Caddy que se matriculan en España obtienen la etiqueta C de la Dirección General de Tráfico.
Interior de la Volkswagen Caddy
El habitáculo de la furgoneta alemana cuenta con un diseño que recuerda poderosamente al Volkswagen Golf, algo que no es exclusivo de esta generación que ya siempre ha sido así desde que la Caddy comenzó a venderse. El interior es, por tanto, minimalista, con ciertos toques futuristas, en el que destaca sobre todo la parte enfocada al conductor gracias a la posibilidad de montar una instrumentación 100% digital junto con un sistema de infoentretenimiento de última generación.
Los materiales son simples pero las piezas están bien ajustadas entre sí, sin mucho alarde al diseño y haciendo desaparecer mandos habituales como los del control del audio o la climatización, que pasan a estar integrados en el sistema de infoentretenimiento que, a su vez, se maneja a través de un panel táctil.
Dependiendo del nivel de equipamiento y terminación (Cargo y Kombi destinados al uso profesional y Origin, Outdoor, Life y California para un uso más lúdico) es posible contar con una dotación relativamente extensa con elementos como un techo panorámico de cristal, un asistente por voz, arranque sin llave, faros LED o «Travel Assist» para la asistencia de dirección, frenos y acelerador en viajes por vías rápidas).
El espacio interior es más que amplio en cualquier cota, especialmente en la de altura, contando además con la posibilidad de instalar 7 asientos. El espacio de carga también es muy capaz, superando los 600 litros de capacidad.
Dinámica de la Volkswagen Caddy
La actual generación de la Volkswagen Caddy está construida sobre la misma plataforma modular MQB que utilizan modelos como el Volkswagen Golf, el Volkswagen Passat o el Volkswagen T-Roc. Se trata, por tanto, de una plataforma moderna y adaptada a una conducción refinada, lo que hace que la dinámica de esta Volkswagen Caddy sea muy similar a la de un turismo convencional.
Utiliza suspensiones McPherson en el eje delantero y eje torsional en la parte trasera, contando con un ajuste confortable que permite un rodar similar al de un turismo. Si bien el refinamiento de los motores -especialmente en el caso del 1.5 TSI de gasolina- es adecuado, lo cierto es que sus prestaciones no son brillantes y, por tanto, se trata de un vehículo apropiado para rodar con cierta tranquilidad.