Curiosa propuesta la que arranca de manera inminente en Suiza. Los autobuses de transporte público de Zurich – que ya ha aparecido en Diariomotor por su afán de cortar las alas al vehículo privado – llevarán instalados en el techo sensores portátiles de calidad del aire. Durante toda su jornada de trabajo cubrirán la misma ruta y los aparatos irán mandando los datos a la central. En este caso, la «central» es el centro EPFL y la ETH Zurich, un organismo federal y una universidad de ciencias, respectivamente.
El llamado proyecto OpenSense busca operar una amplia red de sensores portátiles con los que monitorizar de manera constante los agentes contaminantes y partículas en suspensión que habitan en nuestras ciudades, y que respiramos constantemente. De esta manera, se podrá publicar un mapa temporal de los agentes contaminantes presentes en nuestra ciudad, y saber por ejemplo, que la concentración de partículas PM10 en suspensión es mayor a última hora de la tarde que a las 12 de la mañana.
Plantea grandes ventajas para las personas enfermas de asma, o que tengan que llevar a sus hijos pequeños al colegio. Si hay una ruta con más contaminación atmosférica, pueden escoger otra ruta o el asmático podría evitar salir a ciertas zonas a determinadas horas mejorando así su calidad de vida. Por lo pronto, los datos serán publicados en tiempo real en una página web oficial, pero el Nokia Research Center de Lausanne ya se encuentra desarrollando una aplicación para smartphones.
Esta aplicación nos geolocalizará por GPS y nos alertará si entramos en una zona de alta contaminación, o con unos valores de cierto agente superiores al límite que hemos fijado nosotros.
Fuente: AutoblogGreen
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