Uno de los grandes problemas con los que se encuentra el usuario a la hora de decidirse por la compra de un vehículo eléctrico es la escasez de infraestructuras para su recarga. Aunque los precios elevados de estos vehículos pueden parecer un obstáculo para su expansión, realmente no resulta un problema tan grave como la incertidumbre que se le presenta al posible comprador sobre donde va a poder recargar su automóvil.
Los fabricantes se han dado cuenta de este problema y ya se han puesto manos a la obra para aliarse con empresas de alquiler e instalación de estaciones de carga. La última noticia que nos llega sobre este tipo de alianzas es la que acaban de firmar IBIL y Peugeot.
IBIL es una empresa participada en un 50% por Repsol y en otro 50% por EVE (Ente Vasco de la Energía). Su negocio se basa en diseñar, construir, explotar y mantener una infraestructura de puntos de recarga para los vehículos eléctricos tanto en el ámbito público como en el privado. En principio están orientados a la zona del País Vasco, pero tienen intención ir expandiendo su oferta a otras comunidades de España.
IBIL nos instalará los puntos de recarga si compramos un Peugeot eléctrico
La empresa acaba de firmar un acuerdo de colaboración con Peugeot muy similar al que ya firmaron anteriormente con Renault-Nissan. El acuerdo permite a los posibles compradores de cualquier vehículo eléctrico de Peugeot solicitar a IBIL el diseño y la instalación de un punto de recarga en su domicilio, incluyendo tanto viviendas unifamiliares como garajes comunitarios. IBIL se encargaría de ofrecer y facturar el servicio de recarga.
Además permite al usuario utilizar cualquier otra estación de carga pública de IBIL, cobrando la energía consumida en la factura mensual sin necesidad de tener que pagarla en el momento. La empresa también asegura que el 100% de la electricidad suministrada a través de sus puntos de recarga procede de energías renovables.
En el acuerdo firmado con Peugeot se les ha entregado un par de modelos iOn cuyo destino será Ibilek, la filial de e-car sharing de IBIL. Ésta es una especie de alquiladora de coches eléctricos e híbridos pero con un modelo de negocio más cercano al de las bicicletas que se ven ahora por las ciudades que al de alquiler de coches.
El sistema permite al cliente alquilar los vehículos por pequeños espacios de tiempo, adaptándose a las necesidades del usuario de una manera más eficiente que las empresas de alquiler convencionales. De esta forma se ayuda a reducir el tráfico y el uso de vehículos particulares.
Personalmente me parece una buena noticia que los fabricantes se preocupen de buscar socios para conseguir mejorar la escasez de infraestructuras de recarga. Sin embargo me gustaría reflexionar sobre una serie de pequeños detalles que me preocupan como futuro cliente de este tipo de compañías.
Quizás el más importante es saber el tipo de contrato que nos ofertará la suministradora en el momento de ofrecernos la instalación del punto de recarga, sobre todo en lo que se refiere a las cláusulas de cancelación del contrato. ¿Cuánto tiempo tendremos que tener activo el servicio?, ¿qué pasará con el punto de recarga si nos queremos dar de baja?, si queremos cambiar de compañía… ¿existirán las portabilidades?.
Las respuestas a estas preguntas dependerán del contrato que se firme con cada suministradora, pero entiendo que se deberá legislar sobre esto para evitar posibles abusos a los consumidores por parte de éstas. Esperemos que el mercado madure lo suficiente para que estas dudas y algunas otras queden resueltas de manera satisfactoria para todas las partes implicadas.
Fuente: Peugeot España, IBIL
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