Hoy por hoy, la aviación comercial es inconcebible sin el motor a reacción. Sí, tenemos prototipos de avión eléctrico e incluso híbrido, pero el único avance medioambiental en el transporte aéreo masivo es el aumento de eficiencia de los últimos reactores y el empleo de biocombustibles por parte de aerolíneas como KLM. Un avance interesante que Airbus quiere implantar gradualmente en su flota es hacer que los aviones se muevan mediante la electricidad en tierra, en lugar de impulsados por los reactores.
El primer prototipo ya funciona, un Airbus A320 – idéntico al que nos mueve en vuelos por toda Europa, a corta y media distancia – cuenta con motores eléctricos en las ruedas delanteras. La energía se extrae de una pila de combustible, y se usa exclusivamente para hacer funcionar este sistema. El resultado es que el avión desconecta sus motores a reacción una vez toma tierra, deja de quemar queroseno a ritmos vertiginosos y rueda en silencio hasta la terminal.
Lo mismo ocurre al despegue. Esta tecnología desarrollada por Airbus en cooperación con Lufthansa Technik y el Centro Aeroespacial alemán permite la reducción de las emisiones de dióxido de carbono de un aeropuerto en hasta un 19% y reduce enormemente el nivel de ruido generado por la instalación, algo que agradecerán los pasajeros del avión, el personal de tierra y los ciudadanos que viven en las cercanías del aeropuerto.
Una hibridación sencilla aplicada a la aviación que puede tener un impacto medioambiental bajo, pero que será muy beneficioso para la salud y el bienestar de muchos miles de personas.
Fuente: FCEléctricos
Imagen: UrsaBerlin
En Tecmovia: KLM realiza un vuelo empleando biocombustible