El Estado, desde la aparición de internet y las nuevas tecnologías, ha agudizado su ingenio. He aquí un problema gordo. Cuando el principio del Estado es el servicio a la sociedad. Resulta que al final el Estado acaba sirviéndose a sí mismo. Por ejemplo: busquemos en Google «pago de multas» y ahí están, en primer lugar, el niño bueno que levanta la mano porque sabe la respuesta, el perro al que se le ofrece una miga de pan…
Hagamos otra prueba: pongamos «recurrir multa» y, es que, muchísimas veces se producen actos de arbitrariedad, errores, etc. Que son, con todas las letras una: injusticia. Pues, vaya… el señor DGT ha huido como de la peste. Cuando la obligación es la justicia tan fácil debe ser poner una multa como recurrirla en el caso de que esté errado el procedimiento. Esto es de entrada, un desequilibrio del poder alarmante.
Si de veras piensas recurrir, cuidado. Renuncias al jugoso descuento.
Otra cosa, las multas no entienden de crisis. Si eres un joven con un sueldo becario o bajo y te encuentras con una multa, o la pagas y te dan un varapalo o no la pagas y rezas lo que sepas para que no te encuentren.
Y más defectos que se pueden leer en múltiples foros y comprobar por uno mismo. Por ejemplo, que muchas normas de circulación no responden a realidades y se realizan campañas con un fin meramente recaudatorio. Alarma saber que hay una estima de beneficios por multas en la DGT como si de una empresa se tratara cuando su objetivo real sería no poner multas porque todo va de maravilla. Además, los agentes son seres humanos y pueden equivocarse u obrar de modo injusto con la maldad que eso atañe y encima desearán los extras que aporta el poner multas. Y lo último doy fe: lo he visto. Y si algún día me veo obligado o me animo, contaré el ridículo administrativo y la desfachatez de la policía municipal de una ciudad que conozco muy bien.
Por favor, ¡Es posible!
Por consiguiente, es preciso que las facilidades de internet y la tecnología de lectura de matrícula sea aplicado por parte del Estado para administrar justicia. De entrada *permitiendo recursos rápidos por la web* del mismo modo que puedes pagar. Y no sólo en el ámbito vial sino en papeleos absurdos en el siglo XXI. Ya que han demostrado que bien se sirve el estado de la tecnología, que nos sirva a nosotros los ciudadanos.
Que ese papelillo del seguro que no encuentras en la guantera y debería estar ahí no sea problema porque ellos saben que tienes el seguro en regla. Y que en vez de instalar radares, comprar Mercedes, sembrar parquímetros y, en definitiva, perder el tiempo. Que hagan buenas carreteras y, sobre todo, que se haga uso de las nuevas tecnologías para servir no para desquiciar a los indefensos ciudadanos que viven en muchas ocasiones unas situaciones de inseguridad jurídica terrible e absurda en un país del que muchos aún creemos pueda pertenecer al primer mundo.
En Diariomotor: «Recursos multas de tráfico»:/recursos-multas-trafico/
