Parece que no sólo las hamburguesas y nuestros estilos de vida sedentarios son los únicos responsables del alarmante crecimiento de ataques al corazón en los países ricos. Según un estudio de la Universidad de Edimburgo, las pequeñas partículas en suspensión que emiten los motores diésel también pueden causar determinadas enfermedades cardiovasculares.
En el estudio se ha medido el impacto de la exposición al humo expulsado por los motores diésel en un grupo de voluntarios con buena salud. El estudio simulaba la exposición a la que se ven sometidos los habitantes de las grandes ciudades más contaminantes.
Los científicos expusieron a los voluntarios a los gases que se expulsan por los tubos de escape de los motores diésel y compararon los resultados con los obtenidos de someter a los voluntarios a la exposición de las partículas de origen químico que generan también estos motores.
Los responsables del estudio observaron que realmente eran las partículas y no los gases las responsables del deterioro de los vasos sanguíneos de los sujetos. Esto lleva a los científicos a alertar sobre el peligro que suponen estos químicos para nuestro sistema cardiovascular, haciéndolos responsables de enfermedades cardíacas como los ataques al corazón.
Esto no quiere decir que los gases no sean también nocivos para nosotros, pero estas partículas químicas añaden un componente más al peligro que representa la contaminación de las emisiones de los coches diésel para nuestra salud.
Según los responsables, en principio muchas de esas partículas se pueden eliminar a través de los filtros de partículas que ya llevan muchos de los motores diésel que se utilizan en la actualidad. Sin embargo siguen discutiendo sobre cual sería la mejor opción para solucionar y erradicar el problema.
Una posible solución sería invertir en filtros de partículas que aseguraran que ninguna de estas partículas se expulsan junto con los gases de los motores, y otra es buscar qué químicos añadidos al combustible son los realmente perjudiciales para la salud, para así poder excluirlos del proceso de refinado.
Yo creo que sería más conveniente eliminar los químicos del refinado que fiarnos sólo de los filtros de partículas. Pero supongo que al final se escogerá la solución que más convenga económicamente a las petroleras, aunque de eso dependa nuestra salud.
Imágenes: Chris Keating | Anna and Andy
Fuente: ScienceDaily
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