Bristol Cars es una marca artesanal de deportivos británicos, uno de esos pequeños fabricantes (y en muchos casos no tan pequeños) que han visto como la actual crisis económica han vapuleado sus cuentas y su integridad. En marzo de este mismo año veíamos como se encontraba en una grave situación económica e incluso se temía por su desaparición, hasta que finalmente un inversor adquirió la empresa.
Ahora Bristol resurge de la mano de Frazer-Nash compañía que a través de kampork Autokraft adquirió a esta histórica marca y resurge siguiendo la tendencia por la que han apostado otros muchos pequeños fabricantes: ¡la electricidad!
Los rumores sobre una versión eléctrica o híbrida ya llegaban en mayo como suposiciones, pero ahora la revista EVO ha publicado que Bristol, podría estar trabajando en un superdeportivo enchufable de rango extendido que podría salir al mercado en 2013.
El nuevo Bristol podría superar los 320 km/h y tendría un consumo de 2’8 l/100km. Además contaría con tracción a las 4 ruedas por la colocación de dos motores independientes en el eje trasero y delantero. Su equipo de baterías de 14 Kw/h contaría, además de con la energía proveniente de la red eléctrica convencional, con un sistema de frenada regenerativa y la ayuda de un motor Wankel para recargarse.
Según EVO, el fabricante se encontraría negociando con otra firma para tomar un modelo como base para el desarrollo de la tecnología y no tener que crear todo un proyecto desde cero. Del precio de este futuro híbrido no se ha declarado nada.
Bristol, caracterizada por una filosofía lejana a un moderno superdeportivo eléctrico, daría de este modo, un contundente cambio hacia la modernidad y la innovación tecnológica del vehículo eléctrico, terreno donde Kampork Autokraft cuenta ya con la experiencia de haber dotado a los juegos olímpicos de Sydney en el año 2000 y de Atenas en 2004 de varios coches eléctricos.
El cambio de un fabricante que tenía los días contados a una noticia como esta en apenas medio año, nos ayuda a hacernos una idea de lo convulso de la actual situación económica para pequeños constructores, donde gracias a la producción de baja escala y el desarrollo de una competitiva tecnología se puede conseguir llegar a crear un superdeportivo con cifras como las del futuro Bristol y batirse de tú a tú con grandes firmas donde la capacidad de gestión de un proyecto así se trunca por complejos planes de negocio y lineas de actuación. Sólo queda esperar a 2013 para ver los frutos de esta rejuvenecida marca.
Fuente: EVO Magazine
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