Un dos sobre diez es la nota española. Solo el 20% de las empresas en España admite haber llevado a cabo iniciativas para sustituir su flota de automóviles por vehículos que emitan menor cantidad de CO2. El resto de Europa tampoco es un ejemplo, pero doblan la cifra, llegando al 40%. El objetivo sería ajustarse a los requisitos de las normativas europeas en este ámbito. El encargado de dar la voz de alarma, si se puede considerar así, ha sido la IV edición de El Barómetro del Vehículo de Empresa (CVO).
El estudio esta dirigido a las empresas involucradas en la gestión de flotas. En total 45.000 empresas grandes y pymes repartidas por toda Europa. El objetivo del estudio es «determinar las prácticas actuales y tendencias futuras en este sector«. Como conclusión, cuatro de cada diez empresas europeas (37%) tiene una conciencia ecológica que se traduce en un descenso de las emisiones de C02 de su flota de vehículos. En el mismo estudio se ve que el tamaño de la empresa influye directamente en la intención de renovación, siendo las empresas grandes más proclives a la renovación de la flota.
Todo este estudio no es más que una pequeña muestra del proceso que se está llevando a cabo. Ya que en los próximos tres años el número de coches con bajas emisiones aumentará de forma exponencial. Tanto en España como en Europa. Por lo que se estima que ocho de cada diez empresas españolas y siete de cada diez europeas adopten las medidas pertinentes para ceñirse a la normativa europea. No obstante, aunque estemos dirigiendo el post en una sola dirección, la renovación de flota, hay otras opciones. Por poner un ejemplo promover los cursos de conducción eficiente entre los trabajadores.
Como en diferentes ámbitos de la vida, a la hora de implantar una nueva tendencia o habito es necesario empezar con las bases. En este caso los servicios básicos, como pueden ser lo medios de transporte o las empresas de alquiler de coches. De esta forma, la sociedad lo admite y lo lleva a la practica sin que suponga un trauma. Estas son las bases que dicta la sociología y son las que se están llevando a cabo. Pasos acertados que auguran un futuro prometedor si la electricidad se afianza como fuente de energía. Si tiene que haber un cambio, será siempre desde la base para no crear aversión a lo nuevo.
Fuente: Arval
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