Desde que nacieron las energías limpias, uno de los mayores problemas que tenían y en el que se escudaban sus detractores para criticarlas era que el coste de la obtención de energía era desorbitado y no salía en absoluto rentable invertir en ellas desde el punto de vista empresarial.
Con el paso del tiempo y la nueva conciencia ecológica de la sociedad, poco a poco las empresas eléctricas fueron posicionándose y añadiendo nuevas instalaciones para obtener energía de manera limpia.
Aunque para este tipo de empresas siempre ha sido más una inversión en mejorar su imagen ecológica, los gobiernos han ayudado mucho a la implantación de este tipo de tecnologías gracias a ayudas y subvenciones, seguramente también auspiciadas por esas propias eléctricas que al final eran las mayores beneficiarias.
Hasta hace no demasiado tiempo la energía fotovoltaica era cinco veces más cara que la hidroeléctrica, pero gracias a los avances en la investigación de estas tecnologías, poco a poco se van haciendo más asequibles.
Según un informe del gobierno de China, la energía solar en su país alcanzará un coste de 0,80 yuanes (8,6 centimos de euro) kWh para el año 2015. Con estos precios, la energía solar igualaría a la energía más barata que se usa actualmente, la energía térmica obtenida del carbón.
Para que esto ocurra el gobierno Chino tiene un plan muy ambicioso a base de ayudas a la implantación de este tipo de energía. Por el momento planean doblar su capacidad energética solar para finales de este mismo año.
Otros informes externos hablan de que para el año 2020 la energía fotovoltaica logrará igualarse en costo a la energía proveniente del carbón en todo el mundo. De hecho se indica que el verdadero costo de la electricidad al por menor de la energía solar ya puede rivalizar con la de carbón.
Según estos estudios, el avance en la utilización de métodos de obtención de energía solar es imparable, y nos permitirá poco a poco ir deshaciéndonos del lastre causado por el impacto medioambiental que causan las centrales térmicas de carbón.
Quizás algún día, gracias a los avances planteados en la obtención de energía y a la introducción cada vez más de medios de transporte limpios, nuestra generación sea capaz de ver por fin un mundo libre de malos humos.
Aunque por poner la nota negativa, quedan todavía por resolver muchas dudas respecto a verdadera limpieza de estas energías, sobre todo en lo que respecta al reciclaje de los residuos generados por los materiales utilizados para la obtención de este tipo de energías una vez se desechen.
Fuente: Autoblog Green
Imágenes: Lisa-Marie F. | afloresm
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