Los sistemas Car2Car suenan cada vez con más fuerza en el panorama automotriz internacional. Se trata de una tecnología que permite que los coches se comuniquen entre sí para prevenir accidentes y mejorar la fluidez del tráfico. Sin duda, una herramienta muy útil capaz de aprovechar todos los sistemas de seguridad del coche para mejorar la seguridad de la conducción en general.
Desde hace ya tiempo algunos fabricantes incorporan en sus vehículos sensores capaces de detectar peligros situados en ángulos ciegos para el conductor, o de avisar al mismo en caso de que el coche se salga de la vía. Pero la visión de estas tecnologías es limitada. Para evitar este problema, lo que los sistemas Car2Car consiguen es que los coches se avisen entre sí de forma que, por ejemplo, en el caso de que un coche dos o tres coches por delante de nosotros frene bruscamente podamos prevenir la colisión.
Muchos fabricantes ya se han subido al carro y han puesto sus cartas sobre la mesa. Entre ellos Ford, que hace dos meses presentó su sistema CoCarX, y cuyo principal cometido es el de avisar al conductor del vehículo en el que está instalado a tiempo real de los incidentes que surgen a lo largo de la trayectoria, como posibles accidentes o retenciones. El problema de estos dispositivos es que su usabilidad se ve limitada en base al número de usuarios de la vía que los incorporan. Por eso hay que buscar estándares de comunicación e implantación que hagan de esta una tecnología totalmente útil.
Con el objetivo de comprobar su utilidad real, el mes pasado se aprobó la adjudicación de 14,9 millones de dólares por parte del Departamento de Transportes de Estados Unidos (DOT) al Instituto de Investigación del Transporte de la Universidad de Michigan. El sistema que va a probarse utiliza señales de radio de corto alcance para permitir que los coches cercanos entre sí se envíen señales unos a otros y reciban mensajes de equipos de tráfico.
Aunque aparentemente la cifra de casi 15 millones de dólares pueda parecer astronómica, lo cierto es que estos sistemas no son moco de pavo. El DOT calcula que el 80% de los accidentes graves podrían evitarse gracias a esta tecnología. Según Scott Belcher, presidente y CEO de la Sociedad para el Transporte Inteligente de América, “Es el próximo gran avance en seguridad vial, comparable a los cinturones de seguridad, los airbags y el ESP”.
Para realizar el experimento, la Universidad de Michigan se asociará con ocho fabricantes de automóviles y contará con un total de 3.000 vehículos, cuyos conductores serán elegidos entre los 20.000 empleados del centro médico de la universidad.
El ensayo se llevará a cabo en la ciudad de Ann Arbor, en Michigan. Según Peter Sweatman, director del Instituto para la Investigación del Transporte, se trata de un lugar ideal, ya que es una zona muy concentrada con solo tres vías importantes de salida de la ciudad, lo que aumenta considerablemente la probabilidad de que los coches equipados con los sistemas Car2Car se encuentren con regularidad. Las pruebas durarán un año. Después se analizarán los resultados y se decidirá si la tecnología ofrece o no los beneficios suficientes para ser aprobada, en cuyo caso podría comenzar a ponerse en práctica a lo largo de los diez años siguientes.
Una ventaja añadida a este tipo de tecnología es que abarataría considerablemente los costes de producción de los coches autónomos. Aunque estos vehículos ya circulan por algunas carreteras (los de Google ya han recorrido más de 250.000 kilómetros sin conductor), los sistemas que llevan instalados tienen unos costes altísimos, lo que actualmente hace inviable su salida al mercado.
Con noticias así da la sensación de que, como muchos llevan ya tiempo prediciendo, a medio plazo nos convertiremos en meros pasajeros de nuestros coches. ¿Dejará KITT de ser “el coche fantástico” para convertirse en el coche del día a día?
Fuente: Technology Review
Imágenes: Buzrael | Yellowmo | BMW
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