Toray es una marca de origen japonés, poco o nada conocida fuera de su pais. Es más, de hecho ni si quiera se trata de un fabricante de coches habitual, su principal actividad se basa en la producción química. Pero, es aquí donde entra en escena uno de los gurús actuales de la automoción, Gordon Murray, el cual ha sido el encargado de la supervisión y el asesoramiento para llevar a buen puerto la creación de un deportivo eléctrico con un peso de tan sólo 846 kg.
La idea de este concept-car era demostrar que un deportivo eléctrico podía reducir su peso aplicando un diseño eficaz de los materiales. De hecho, por concepto de diseño, el Toray Wave-T AR1 se concibe como el rival perfecto de un Tesla roadster 2.5, cuya cifra en báscula es de 1.310 kg.
La clave es la fibra de carbono
El ahorro de peso se consigue a través del empleo masivo de la fibra de carbono. El diseño realizado por Gordon Murray emplea este material en toda su estructura, desde el chasis del vehículo, hasta los paneles de la carrocería. Además, el chasis creado aparentemente como un dos plazas únicas, puede soportar una versión 2+2 mediante ligeras modificaciones estructurales que aumentarían su peso en solo 129 kg.
El empleo masivo de la fibra de carbono frente al acero de alta resistencia, proporciona una rigidez estructural 10 veces mayor y ofrece una capacidad de absorción de impactos 2,5 veces superior. Sin duda los datos son espectaculares, a la par de su precio, ya que el empleo de este material eleva el precio en 20 veces el coste de una versión con materiales más convencionales.
Toray ofrece las especificaciones de este deportivo de manera discreta, y previamente avisados de que se trata de una versión en desarrollo. Con todo esto, la autonomía del Wave-T AR1 se cifra en 185 km, el Tesla es capaz de recorrer 390 km, y su velocidad máxima es de 185 km/h, frente a los 200 km/h del Roadster.
Desarrollo difícil, pero posible
Las intenciones desde Toray son claras, y la idea de llevar este prototipo hasta las carreteras es firme. El único «pero» del desarrollo, es la fecha de comercialización, y es que, con unos costes de desarrollo de 2,8 millones de dólares por modelo, parece que la cosa se vuelve un poco más gris. Desde el fabricante japonés, confían en la evolución del mercado de automóviles eléctricos, donde los costes de producción y desarrollo de los materiales deben de contraerse con el paso del tiempo.
Confiemos en Gordon Murray y su capacidad para seguir desarrollando este modelo. Sin duda, la aplicación de diferentes procesos y posibles nuevos materiales puede desplomar los costes de cualquier modelo, por lo que, tengamos esperanza.
Fuente: Toray
En Tecmovia: Gordon Murray sienta las bases para la fabricación de los automóviles en el futuro
