Se trata de una tecnología de camuflaje especialmente diseñada para el entorno militar. Consiste en una capa de láminas superpuestas sobre el objeto que se quiere hacer invisible y que mediante una corriente eléctrica, es capaz de alterar su temperatura, haciendo invisible a cualquier vehículo ante los visores basados en medición infrarroja.
Esta tecnología se encuentra en su fase final de desarrollo, y desde BAE Systems confirman que la idea es no solo ser invisible a los infrarrojos, si no adecuar estos paneles para que en un futuro sean capaces de desvanecer el vehículo ante cualquier campo de visión. La financiación detrás de esta tecnología es la de los aparatos militares de Suecia y Gran Bretaña.
Tenemos que recordar que actualmente la mayoría de dispositivos de reconocimiento, sobre todos los nocturnos, se basan en la localización de fuentes de calor. Un ejemplo del uso de la visión por infrarrojos es el de los aviones de reconocimiento de largo alcance y sin tripulación Predator, su visión de largo alcance es capaz de reconocer y fijar cualquier objetivo volando a cientos de metros de altura.
El funcionamiento del sistema es aparentemente sencillo, los paneles denominados píxeles (debido a su forma hexagonal) son colocados a lo largo del vehículo que se quiera camuflar. Estos paneles, mediante una corriente eléctrica, son capaces de alterar su temperatura individualmente, produciendo una bajada repentina y haciendo desaparecer la emisión infrarroja que desprende cualquier fuente de calor. Esta concepción por paneles permite, desde un camuflaje total, hasta el poder dibujar una silueta definida para formar parte del entorno.
A continuación os dejamos un vídeo de la propia BAE Systems donde se observa el funcionamiento de ADAPTIV:
Fuente: BAE Systems
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