Marc Cameron, el fotógrafo que sorprendió a los aficionados al automovilismo con su colección de fotos de coches creadas mediante la técnica del light painting, ha vuelto a la carga en compañía de Moose Curtis, un pionero en el arte del “reverse graffiti”, esta vez dejando atrás los superdeportivos para darle un empujoncito a la movilidad eléctrica en la ciudad alemana de Berlín.
El trabajo les fue encargado por la revista SZ-Magazin, el suplemento dominical del periódico Süddeutsche Zeitung. Entre los cuatro coches elegidos para ser representados se encuentra una de las novedades del pasado Salón del Automóvil de Frankfurt, el BMW i3. Los demás, viejos conocidos de este blog: el Tesla Roadster, el Nissan Leaf y el Renault Twizy.
Según Marc Cameron, este proyecto tiene origen en el éxito cosechado tanto por los Light Graffiti Cars como por los Reverse Graffiti que anteriormente había desarrollado junto con Curtis. “Tenía mucho sentido fusionar ambos conceptos. De ahí nació la idea de los Reverse Graffiti Cars”.
“En principio, SZ-Magazin quiso que nos acercáramos a los Light Graffiti Cars, pero al final decidí que no era el proyecto adecuado para ellos. Son gente trabajadora y querían involucrarse en el proceso de creación, por eso les sugerí los Reverse Graffiti Cars”.
La técnica de lo que podríamos traducir como “graffiti inverso” consiste en pintar (o más bien “despintar”) los dibujos en la pared a través de la limpieza de las mismas, de forma que el diseño contraste con la suciedad que resta en el muro.
Parece que la “limpieza selectiva” con la que se han realizado las obras casa a la perfección con los modelos elegidos, con lo que la imagen ecológica tanto de la técnica como del contenido se amplifica. Sin duda una original idea que, además, deja al margen todos los posibles prejuicios que puedan dar lugar a discusiones acerca de si el graffiti es arte o vandalismo.
Fuente: Fotorater
Fotografías cedidas por Marc Cameron (I y III), Rafael Kroetz (II) y SZ-Magazin (IV)
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