A menudo la mayoría de administraciones públicas se quejan del elevado consumo energético de las ciudades. Pero pocos se acuerdan, de que con pequeñas aportaciones e impulsos, se pueden conseguir grandes resultados. Es la idea de sumar pequeños avances en la tecnología para conseguir un resultado de eficiencia con un calado considerable. Esta propuesta se engloba en un proyecto desarrollado por BMW y su marca «i» para el desarrollo sostenible de la movilidad urbana.
La idea de reducir el consumo energético y las emisiones de CO2 es una propuesta muy común por parte de todas las poblaciones a nivel mundial. Ya sea por conciencia ecológica, o por la reducción de las facturas que poco a poco van incrementándose de forma alarmante. Las soluciones aplicables pueden ser muchas en la actualidad, y aunque opinen lo contrario, muchas de ellas ya no suponen un gran esfuerzo económico para su instalación.
La mejora del rendimiento energético se puede llegar a dar de dos formas: la primera sería reduciendo el consumo propiamente dicho, es decir, utilizar sistemas, tecnologías y medios capaces de obtener un rendimiento superior con un menor consumo. La segunda opción sería mantener el consumo, pero obteniendo la energía de fuentes alternativas y/o renovables. Pero sin duda, la mejor idea es una adopción de ambas posibilidades.
Iluminación pública inteligente
Desde la ciudad de Chatoonga, en el estado norteamericano de Tenesse, han llevado a cabo la implantación de un proyecto de iluminación LED (su vida útil es de más de 10 años) empleando un sistema denominado FlexNet, el cual monitorea y controla toda la iluminación de los 350 puntos implantados. La idea de este proyecto, es adecuar el uso de la iluminación de la manera más eficiente, pudiendo ser capaz de controlar uno a uno cada punto de luz. De este modo se adecuará la potencia lumínica según el horario y la zona donde se situa.
Además, la instalación cuenta con una integración total del sistema mediante una interfaz conectada a Internet permanentemente. Esta posibilidad brinda opciones tales como el control remoto por parte de cualquier administración, posibilidad de emitir señales lumínicas de aviso, adecuación de la intesidad lumínica según la densidad de viandantes o las horas comerciales etc.
Instalación de placas solares
Puede parecer una locura, pero si desde las administraciones se dieran cuenta de la capacidad real de una implantación masiva, muchos de estos problemas desaparecerían. Un ejemplo claro puede ser el aprovechamiento de las cubiertas de los parkings en amplias extensiones. Zonas densamente abarrotadas de tejados para evitar el daño y el calor de Sol a nuestros coches, pero que podrían convertir esos defectos en Energía.
Un ejemplo de este sistema, denominado arboles solares, es el que están llevando a cabo en muchas factorías de fabricantes de automóviles. Estas fábricas, cuentan con decenas de hectáreas donde aparcan sus producciones a la espera de ser llevadas hasta su destino final. Desde Renault, en su estrategia Eco2, decidieron cubrir todas las explanadas con placas solares para producir energía fotovoltaica, reduciendo su impacto en el medio ambiente y paliando parte del excesivo gasto energético que supone una zona industrial de esa índole.
Aerogeneradores urbanos
Otra propuesta interesante es la instalación de pequeños aerogenaradores en las ciudades. Aprovechando las azoteas de los edificios y aprovisionándose de las corrientes de aire que fluctúan en esas alturas. Quizás, sea la propuesta menos atractiva debido a la necesidad inherente del viento y su disponibilidad. Pero el desarrollo y un estudio exhaustivo de zonas de aprovechamiento pueden dar el visto bueno a esta opción de escaso impacto ambiental.
Esta propuesta, más barata a priori que otras opciones, puede ser aún más recomendable al instalarse en conjunto con tecnologías solares. En el supuesto caso de instalar un área de paneles solares, también pueden añadirse al conjunto un número determinado de aerogeneradores que aumenten la producción global de energía.
Un estudio experimental acerca de la viabilidad de este sistema, se está llevando a cabo en la ciudad de Reno, en el estado Nevada (EE.UU.). El estudio, que finalizará en 2015, pretende convertirse en un metodo eficaz para la obtención de energía limpia en entornos urbanos.
Cristales electrocromáticos
La tecnología de la polarización de un cristal a través de una corriente eléctrica puede que no suene a muchas personas. Pero, si hablamos de los espejos antideslumbramiento, cada vez más comunes en los coches, puede que la cosa ya vaya sonando algo. La inclusión de un cristal capaz de limitar el paso de la radiación solar, supone un arma muy eficaz para conseguir una homogeneidad térmica en los edificios.
El aislamiento térmico de los edificios es el principal problema de los grandes consumos de energía por parte de los sistemas de frío y calor. Si tenemos una habitación forrada de elementos térmicos, pero después nuestras ventanas dejan pasar todo tipo de radiación solar, nuestra habitación se convertirá en un horno de manera súbita.
La inclusión de este tipo de cristales permite, mediante un regulador de intensidad, variar la opacidad del cristal y filtrar casi el 99% de la radiación infrarroja y rayos UV provenientes del Sol.
Fuente: Mashable Tech
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