A todos nos preocupa nuestra salud, y nos gusta saber si estamos bien o no. Sin embargo, algunas personas realmente necesitan conocer en tiempo real datos relativos al estado de su cuerpo. Precisamente por eso, Ford está desarrollando una nueva tecnología gracias a la cual el coche es capaz de detectar cuándo los niveles de azúcar sobrepasan los límites, alertar acerca de grandes cantidades de polen en el ambiente, e incluso recordarnos cuándo tenemos que tomar la medicación.
El proyecto de investigación que la marca del óvalo está llevando a cabo tiene como objetivo aprovechar los sistemas de conexión sin cables del coche para acceder a distintos aparatos médicos y aplicaciones de monitorización para personas con enfermedades crónicas, de forma que el automóvil se convierta en una prolongación del campo de actuación de los dispositivos actuales.
De momento, sus esfuerzos se centran en aquellos pacientes con diabetes y asma. Para mantenerles informados, el coche se conecta a un medidor de glucosa proporcionado por Medtronic, obtiene alertas relativas al polen a través de la web pollen.com y se sincroniza con WellDoc, una plataforma móvil para monitorizar el estado de salud.
Según Anand Iyer, CEO de WellDoc, un elemento importante que motiva a incorporar estos sistemas en los vehículos está en que “los americanos pasan unos 230 millones de horas a la semana en el coche”. Además de que “es un ambiente único porque resulta bastante privado”.
Por ejemplo, para los pacientes de diabetes como el propio Iyer, quien sufre la dolencia de tipo II, el coche podría acceder a los datos de la medida realizada por la mañana para posteriormente ofrecer las recomendaciones oportunas, como parar a tomar algo si los niveles de azúcar son bajos. Además, incluso se podría enviar una alerta a las autoridades sanitarias si el nivel de azúcar del conductor o de alguno de los ocupantes es crítico, para que que estas puedan actuar en consecuencia.
En el caso de los alérgicos, se combina el GPS del coche con mapas de medición local de polen para avisar al conductor, e incluso subir las ventanillas o cerrar el circuito de aire automáticamente en el caso de que los niveles puedan poner en peligro la seguridad del ocupante.
Recordemos que Ford ya presentó el pasado mes de julio un sistema que, a través de los asientos, monitoriza la actividad cardíaca del conductor. También Toyota se ha subido al carro de la sanidad, desarrollando un pulsómetro que iría integrado en el volante para detectar cambios alarmantes en el ritmo cardíaco del conductor. Sin duda soluciones baratas y útiles que podrían mejorar la calidad de vida de todos los que cada día se ponen al volante.
Fuente: TechnologyReview
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