Muchos conocerán la posición del grupo Fiat-Chrysler respecto a los vehículos híbridos y/o eléctricos. Pero su presidente y principal reticente de este tipo de vehículos, Sergio Marchionne, se está teniendo que replantear su idea en referencia a estas alternativas si de verdad quiere que Chrysler sobreviva. Después de haber renegado de la hibridación en multitud de ocasiones, parece que el primer Chrysler que montará un sistema de propulsión híbrida será el Chrysler 300 (Lancia Thema en España) en el año 2013.
Según el presidente del grupo Fiat-Chrysler, los híbridos son muy caros de producir, de desarrollar y representan unas cifras marginales en las ventas finales. Por ello, en anteriores discursos, y hablando claramente sobre el tema, se sacó a la luz el plan de Chrysler de manera global, pero sobre todo centrado en su mayor mercado de ventas, los EE.UU. La única forma de que Chrysler pudiera cumplir con las restricciones de emisiones al otro lado del atlántico, era mediante el empleo de mecánicas Diésel y optimizaciones en los motores gasolina. De ese modo el tema «eléctrico» se aparcaba por el momento…
Un ejemplo de este primer plan ha sido la renovación de toda la gama de motores en Jeep, contando con una puesta al día de sus versiones de gasóleo, además de adecuar todos sus motores gasolina para poder cumplir las normativas vigentes a cada lado del charco. Sin embargo, ante el endurecimiento que estas normas están llevando a cabo con cada nueva entrada en vigor, las opciones Diésel solo representan una solución a corto plazo. Este motivo ha sido el que ha obligado a Chrysler a plantearse su futuro muy seriamente, por lo que finalmente las opciones de hibridación han sido rescatadas.
La hibridación es la única forma de poder reducir las emisiones en sus motores
Otras apuestas que también está desarrollando Chrysler en sus mecánicas, es la de incluir motores que puedan funcionar con gas, ya sea con GNC (Gas Natural Comprimido) o GLP (Gas Licuado de Petróleo). Estas opciones permitirán que las emisiones globales de la marca desciendan de modo que no tengan que sufrir penalizaciones por parte de los Gobiernos, y que sus motores puedan beneficiarse de posibles ayudas por el uso de combusibles alternativos.
Desde luego, la reticencia del grupo Fiat-Chrysler respecto a la hibridación o electrificación de su gama era una idea que tarde o más bien temprano, debían quitarse de la cabeza. En el momento actual, cualquier marca que quiera sobrevivir manteniendo sus ventas y su cuota de mercado, va a tener que hacer grandes esfuerzos para recibir el aprobado de todas las administraciones. Cuando la competencia es tan dura y los clientes cada vez exigen más de sus vehículos en materia de consumos, solo queda el innovar e implantar tecnologías híbridas y opciones eléctricas como las que se está llevando a cabo con el Fiat 500.
Fuente: GreenCarReports
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