¿Harto de que te cuenten cómo es conducir un coche eléctrico? Pues por un precio de 15€ (24 horas) ó 29,5 € (fin de semana) es posible alquilar un Citroën C-Zero o un Peugeot iON en cualquiera de las 7 ciudades gallegas.
Con el nombre de Plan Mobega, el Clúster de Empresas de Automoción de Galicia (CEAGA) acaba de lanzar un proyecto demostrativo para familiarizar al público general con el coche eléctrico. Los requisitos son tener más de 21 años, carné de conducir desde hace más de tres y una tarjeta de crédito.
Todos los puntos de alquiler (oficinas de National-Atesa) estarán activos desde el 01/01/2012 hasta el 31/12/2012, si bien el inicio será gradual y está previsto que antes de final de octubre ya esté disponible en Coruña, Santiago y Vigo, extendiéndose más tarde y siempre antes de final de este año a Lugo, Ourense, Ferrol y Pontevedra.
El sentido de esta iniciativa es, obviamente, hacer accesible a cualquiera que tenga la curiosidad la prueba de un coche eléctrico en condiciones reales. Se supone que se trata de convencer a un elevado número de personas (el mayor posible) de que el coche eléctrico es ya una alternativa real de transporte. Pero ¿qué nos vamos a encontrar?
Tengo la sensación de que el coche eléctrico, aisladamente considerado, convencerá a muchos por su silencio, su economía de uso y su agrado de conducción. Creo que esto es lo que han tenido en mente los organizadores del plan y es la mejor herramienta de convicción que puedo imaginar.
Pero lo primero que se encuentra un potencial usuario es un mapa con los puntos de recarga existentes y una sutil recomendación de no recargarlo en casa (suponiendo que exista esa improbable posibilidad) bajo riesgo de fundir la instalación. Vamos, que hay que tener un enchufe específico en plena forma y 5,5kW de potencia contratada o no se hacen responsables de las consecuencias.
¿Puntos de recarga? En la mayoría de las ciudades el único punto de recarga es la propia oficina donde se recoge el coche, mientras otras se conforman con uno o dos más. Coruña es la excepción, con 7 estaciones donde escoger; no obstante, llevan instalados tanto tiempo que la prohibición de aparcar delante no la respeta nadie, con lo que será difícil «coger la posición» sin llamar a la policía.
Así las cosas, todo parece pensado para «dar una vuelta» y volver al punto de partida sin perder de vista el indicador de autonomía, para no quedarse sin baterías como un coche radio-control cualquiera. La autonomía se sitúa entre 70 y 150 km, dependiendo del uso que hagamos del acelerador.
Lo mejor: la decisión de dar a conocer la última tecnología y permitir que la gente experimente en primera persona lo que implica la movilidad eléctrica a día de hoy. Sin iniciativas como esta, será más difícil introducir el cambio en la sociedad.
Lo peor: será evidente que el coche no se puede recargar con facilidad, y sólo pasarán el listón de querer comprarse uno los que estén dispuestos a instalar un punto específico de recarga en su propio garaje, utilizando su eléctrico como si estuviese atado a él con una (no tan larga) cadena.
Para estos últimos, la tentación será muy, muy fuerte. Los demás, seguiremos esperando con la satisfacción de haber probado (por fin) un coche eléctrico.
Fuente: Mobega
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