Gran noticia por parte del Grupo Volkswagen la que ha transcendido a los medios. Tanto Audi como Volkswagen comenzarán la producción de sus pequeños micro-coches a partir del año 2013. No se sabe cual será la fecha real para su llegada al mercado, pero desde luego, no querrán esperar a que la competencia, en forma de Opel RAKe y Renault Twizy, sean los primeros en copar este nuevo segmento.
Se trata de una apuesta arriesgada por parte del grupo alemán, dado que ambos coches compartirían segmento, aunque no planteamiento. Expliquemonos entonces… El Volkswagen XL1, en su segunda generación, se trata de un vehículo que se mueve gracias a un pequeño motor eléctrico y un motor de gasóleo. Mientras, en el otro lado, encontramos el Audi Urban Concept, el cual solo necesita del impulso de sus motores eléctricos. ¿Cual es el mejor de los dos? difícil respuesta…
El Volkswagen XL1 se apoya en un propulsor turbo-Diésel de 0,8 litros, 2 cilindros y 48 CV. Además cuenta con un pequeño motor eléctrico de 27 CV que uniéndolo a un peso del conjunto de sólo 795 Kg, consiguen un consumo de 0,9 l/100 km. Se tratan de unos datos más que reseñables y que nos muestran la virtudes del único modelo que estaría a la venta con un sistema de propulsión convencional.
El Urban Concept de Audi, se trata de un vehículo 100% eléctrico, en cierto modo representa una imagen más «Chic» que la del XL1. Cuenta con dos propulsores eléctricos de 20 CV de potencia combinada, más de una persona dirá que son pocos, sin embargo, el empleo de la fibra de carbono y diferentes polímeros y aleaciones dejan su peso total en 498 Kg, dando lugar a un coche más ágil de lo que cabría esperar.
Audi o Volkswagen ¿Qué modelo encarna mejor el nuevo concepto?
Tanto Audi como Volkswagen aportan dos soluciones diferentes para el mismo concepto de movilidad urbana
A priori, la alternativa de Volkswagen se antoja más racional por no prescindir de una mecánica convencional, siendo así un modelo más atractivo para el futuro comprador. Sin embargo, la inclusión de un sistema híbrido como el que monta el XL1, supone una mayor complejidad mecánica a la par que añade un aumento en los costes de desarrollo al contar con más elementos. Entonces, deberíamos de sopesar, con precios finales y especificaciones reales, que dinero estamos dispuestos a pagar y que tecnología se adapta mejor a nuestras necesidades.
Ambas marcas no solo pretenden tener un representante en este nuevo nicho del mercado. La idea consiste en tener un modelo en el que el público pueda vislumbrar los pilares de la nueva generación VAG. Eficientes, ligeros, deportivos, bellos, etc. El hecho es, que como prototipos, cuentan con una estructura de fibra de carbono, emplean carísimas aleaciones, calidades más que sobresalientes y gozan de un aspecto impecable. Pero, unos vehículos de estas características, cuesta creer que puedan llegar al mercado por menos de 10.000 €, por lo menos no si quiere ganar dinero con sus ventas.
Es aquí, donde salta a la palestra la idea de que ambos coches se tratan más, de sendos escaparates, que de vehículos lucrativos para sus marcas. De hecho no es una mala idea precisamente, se trata de ofrecer un vehículo como acceso de gama, donde podamos encontrar los principios básicos de lo que será el automóvil del mañana según su fabricante. En el futuro a corto plazo, este nuevo segmento será el que más dará que hablar sin ninguna duda.
