Científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausanne (Suiza) están trabajando en un método que permita eliminar las juntas de dilatación de los puentes. Estas juntas son las encargadas de compensar la dilatación térmica que sufren los materiales, y hasta ahora eran un elemento indispensable en las obras de ingeniería civil.
Aunque aparentemente puedan parecer poco problemáticas, lo cierto es que su degradación por el paso del tiempo supone una auténtica pesadilla para los encargados del mantenimiento de las autopistas y autovías, sobre todo en países con una orografía accidentada y que soportan notables variaciones de temperatura a lo largo del año.
Además de difícil, el mantenimiento de estos elementos es caro. En el caso de Suiza se estima que el coste de mantenimiento de cada junta ronda los 100.000 francos suizos(algo más de 80.000€), y algunos de los puentes más grandes pueden tener en torno a una treintena de estas bandas.
Para evitar el uso de estas juntas, los puentes pequeños y medianos se construyen utilizando unos bloques de transición que van enterrados bajo la superficie de la calzada, y que se encargan de recoger y absorber las distorsiones. Sin embargo, esta técnica sólo puede utilizarse en puentes de hasta 60 metros de largo.
Ahora el reto es conseguir que esta tecnología pueda aplicarse en puentes de hasta varios centenares de metros de longitud. “Si doblas la longitud del puente, doblas la amplitud de los movimientos causados por la expasión y la contracción. El reto es ser capaces de eliminar las juntas de dilatación en los futuros puentes y modificar los ya existentes”, dijo Aurélio Muttoni, profesor del Laboratorio Estructural de Hormigón.
A finales del próximo año, cuando se presenten los resultados, sabremos si es posible o no construir grandes puentes carentes de juntas de dilatación.
Fuente: Physorg
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