Es el momento de terminar la prueba con este eléctrico que sin duda pone a prueba no sólo la conciencia sobre el transporte de muchos, sino que también a los que habitualmente probamos los coches. Es el último día de la prueba, bajo a coger el coche a mi garaje comunitario para devolverlo y sorpresa, me encuentro con el coche desenchufado, alguno de los vecinos ha considerado gracioso quitar la toma de corriente. Por suerte doy el contacto y veo que le ha dado tiempo a recargarse, si esto hubiera pasado unas horas antes ahora estaría buscando un enchufe donde recargarlo a toda prisa.
En la primera parte de la prueba hemos conocido su interior, como habéis visto y os he contado algo espartano, demasiado básico y con materiales toscos, no están a la altura del precio del vehículo, pero en algún lado hay que abaratar costes para evitar que se dispare aún más el precio de estos vehículos. Su exterior, al igual que el interior, se muestra sumamente sencillo, no nos podemos olvidar que se busca la practicidad total y es algo que se nota a simple vista.
Conclusiones
Dinámicamente ha demostrado comportarse de manera excelente, una conducción urbana de entre las más satisfactoria que he tenido, donde la autonomía no es un impedimento y el único ruido que he escuchado era el de los otros coches y de vez en cuando un leve toque de claxon para advertir a algún viandante que no se había percatado de que había un coche ahí.
Fuera de la urbe sale a relucir los inconvenientes y limitaciones, sobre todo al abordar autovías y carreteras rápidas. En cualquier terreno el iÓn nos concienciará de un tipo de conducción económica y nos convertiremos a los pocos días de usarlo en expertos ahorradores gracias al intuitivo cuadro basado en una aguja y la palabra Charge, ECO y Power.
En mi caso, como ya expuse en la segunda parte de la prueba sería necesario otro vehículo ya que a pesar de cumplir con el mayor grueso de mis desplazamientos diarios tendría que renunciar a poder salir más allá de estos desplazamientos rutinarios.
El comportamiento en frenada del iOn no tiene ninguna pega reseñable. Cumple sobradamente con su cometido favorecido por el peso del vehículo, en ciudad, una vez acostumbrados, usaremos menos el pedal del freno que con un vehículo de combustión ya que su freno motor es mucho más acusado que en un vehículo tradicional. Su equipo de suspensiones adolece levemente de cierta dureza, tratándose de un vehículo puramente urbano podría contar con un tarado más blando. A pesar de ello no es algo que merezca una puntualización excesivamente negativa.
El equipamiento de serie consta de elevalunas eléctricos delanteros y traseros, aire acondicionado y retrovisores eléctricos abatibles eléctricamente. La pintura de esta unidad es blanco nacarado, un extra que conlleva un coste de 530 euros. Pinturas como la blanca o roja no tiene sobre coste mientras que otras como la azul o negra tienen un coste de 430 euros y este es el único extra que podemos añadir en la configuración del Peugeot iOn.
Precio y rivales
El precio del Peugeot iOn base es de 34.870 Euros, con ayudas gubernamentales en España quedaría con un precio de 28.870 Euros. Eliminando como candidatos al Mitsubishi i-Miev o al Citroën C-Zero por tratarse básicamente del mismo coche, nos quedarían dos alternativas claras. Por un lado el Th!nk City y en el otro extremo el Nissan Leaf.
Comenzando por el Th!nk City la comparativa no sería del todo justa. El Peugeot iOn es superior en todos los aspectos, comenzando por el tamaño, en el Peugeot pueden ir 4 adultos sin problema contando además con espacio en el maletero, mientras que en el Th!nk City se puede optar por una versión con 4 plazas perdiendo el maletero y con un espacio inferior. Prestacionalmente el Peugeot iOn también le supera y sólo quedaría empatado con el Th!nk en la calidad de sus interiores, bastante ajustada en ambos y aún así, el Peugeot se mostraría levemente superior.
Mirando las fichas de ambos modelos el Think city cuenta con una autonomía según fabricante de 203 km. El precio del Th!nk biplaza es de 31.669 Euros, mientras que en la versión de cuatro plazas es de 32.849 Euros. Si bien en el Peugeot iOn justificabamos ciertas carencias por tratarse de un pionero en la movilidad eléctrica, no nos podemos olvidar que el Th!nk es más pionero aún, siendo justos.
Prestando atención ahora al Nissan Leaf encontramos el extremo contrario. Si el Th!nk estaba claramente en una posición desfavorable frente al iOn, el Leaf cuenta con ciertos alicientes que denotan su llegada con posterioridad al mercado. Exteriormente se muestra más próximo a un coche de combustión, más amplio y subjetivamente más agradecido, pero en su interior es donde contramos una diferencia abismal con el iOn. Si bien el Leaf también emplea el plástico en abundancia, se muestra de una calidad que ya a simple vista denota un nivel superior, sólo hay que fijarse por ejemplo en su sistema multimedia o la consola central.
Prestacionalmente el Leaf con tracción delantera desarrolla una potencia de 107 Cv y un par de 280 Nm, superior por tanto en este aspecto al comprarlo con el iOn. La autonomía según el fabricante es de 175 km y tiene una velocidad máxima de 145 km/h, superior en estos dos aspectos también. El precio del Leaf es de 35.950 Euros que con ayudas del estado se comercializa por 29.950 Euros.
A destacar
Comodidad en ciudad
Nula rumorosidad
Suavidad en el comportamiento
A mejorar
Calidad interior
Tarado más blando en las suspensiones
En Tecmovia: Peugeot iOn: el eléctrico del león a prueba (I)| Peugeot iOn: el eléctrico del león a prueba (II)