En el M.I.T. (Instituto Tecnológico de Massachusetts) creen que demasiada tecnología en los vehículos puede descentrar a los conductores. Los vuelve torpes, lentos e inseguros para el resto. Estas son las conclusiones que se desprenden de su último estudio en torno a la tecnología que rodea al conductor de hoy en día. Un estudio que da pistas de como puede ser conducir en un futuro, si se sigue la misma dirección.
Demasiada tecnología que distrae al conductor. Los sistemas de seguridad se convierten en gadgets peligrosos cuando acaparan demasiada atención por parte del conductor. En el estudio utilizan las palabras «sobrecarga tecnológica«. Resulta bastante clara la idea que quieren trasmitir. La falta de estándares en el sector origina un modo diferente de avisar al conductor de los mismos peligros, lo que conlleva desconocimiento al conductor.
En el estudio nos encontramos con un ejemplo que sirve como base de todas las hipótesis presentadas: un conductor que circula por la ciudad pierde la atención en la carretera por un motivo cualquiera. Al volver la vista a la carretera un sensor del vehículo le avisa de que se encuentra demasiado cerca de algo. La mirada se dirige salpicadero. Cuando el conductor vuelve su vista a la carretera después de identificar el aviso ya ha impactado contra lo que tenia en frente.
Nuestro propio análisis
Se presenta un nuevo punto de vista a partir de este estudio y con ello plantea alguna incognita. ¿Donde está el límite? ¿Como definirlo? Utilizar el móvil mientras se conduce supone una distracción y se le ha encontrado remedio, pero la tecnología de la que hablamos aquí no se tiene un sustituto para remplazarlo. Por lo que nos encontramos ante un problema bastante más grande: los conductores son los únicos capaces de detectar cuando todo lo que les rodea les supone un problema para su conducción.
Fuente: Carscoop
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