Pese a que los navegadores integrados son cada vez un extra más popular en los vehículos de nueva fabricación, el socorrido navegador «extraible» sigue siendo una solución económica y muy recomendable especialmente en pequeños y asequibles utilitarios. No es la primera vez que vemos como algún fabricante de automóviles se asocia con las empresas de tecnología con más relevancia en el desarrollo concreto de navegadores.
En este caso es Opel (y por extensión Vauxhall en Reino Unido) quien trabajará junto a TomTom para ofrecer soluciones de navegación semi-integradas en su gama de modelos a partir de diciembre en toda Europa. De momento estará disponible al menos en la gama Corsa, Meriva, Astra, Combo e Insignia. Este movimiento ya lo siguieron previamente otras marcas como Fiat, Mazda o Renault.
En general sus dos ventajas principales serían su coste, puesto que siempre resultará mucho más económico que un navegador realmente integrado, y la posibilidad de desmontarlo, dado que habitualmente no vienen integrados en el propio salpicadero sino en una montura especial integrada en este.
Aún desconocemos su precio, pero al menos sabemos algunos de los servicios con que contará. Por ejemplo tendrá disponible el sistema de información de tráfico en tiempo real, información de cámaras fijas y móviles, actualización de información meteorológica y será actualizable (software y mapas) a través de internet de forma sencilla (otra ventaja respecto al navegador integrado).
Fuente: TomTom
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