La gama de *vehículos «ahorradores» de Volvo*, denominada *DRIVe*, dotaba a prácticamente todos los Volvo (a excepción del C70 o del gran XC90) de un *motor diésel más refinado* en cuanto a consumo que los del resto de la gama, pero siempre asociado a una transmisión de control manual.
A partir de este momento comenzarán a comercializarse los *Volvo S60, V60, V70 y S80 DRIVe* (es decir, las berlinas y los familiares de mayores dimensiones de Volvo) con el bloque *1.6 diésel de 115 CV* y la *transmisión automática de doble embrague Powershift*. Aparte de lo que supone la comodidad de una caja de cambios de este tipo también es importante que el consumo media de cada uno de estos modelos no se resiente con el cambio de transmisión.
El Volvo S60 DRIVe automático marca el récord, por abajo, de emisión de CO2 dentro del grupo con 114 g/km de media, al igual que la versión manual. Volvo no aclara si las prestaciones son diferentes, que en el caso del manual incluyen una velocidad punta de 195 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 10,9 segundos.
Los Volvo S60, V60 y S80 DRIVe alcanzan los 119 g/km en las mismas circunstancias que sus homólogos de cambio manual.
El Volvo C30 es el rey de la baja emisión de CO2
El *Volvo C30 DRIVe* fue el primer DRIVe en nacer y sigue siendo el que menos contamina de todos los Volvo que se comercializan actualmente. Según sus marcas oficiales consume de media 3,8 litros cada 100 Km y su emisión de CO2 es de sólo 99 g/km.
Toda la gama DRIVe utiliza el 1.6 de 115 CV a excepción del XC60 y el XC70 que incorporan un 2.0 de 163 CV. De momento no se sabe fecha fija del desembargo de estos nuevos DRIVe con cambio Powershift.
Fuente: Volvo
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