El caso del incendio del Chevrolet Volt en las instalaciones de la NHTSA promete convertirse en el culebrón del año. Y la historia suma hoy un nuevo capítulo al conocido como »Voltgate».
En este caso hablamos de su variante europea, el Opel Ampera, que verá retrasada su llegada al mercado, de manera indefinida, hasta que se resuelva el incidente que ha terminado con una investigación formal por parte de la NHTSA.
General Motors, con la que le está cayendo, no quiere arriesgarse mucho más allá de lo posible. Por ello, ha decidido cancelar el desembarco del Opel Ampera en Europa hasta que la investigación termine. No cabe la menor duda de que se trata de una maniobra para poner pies en polvorosa, que de cara a la imagen de la compañía aumenta el grado de escepticismo. Lo he dicho en varias ocasiones, finalmente, la NHTSA se convertirá en juez y verdugo para el Chevy Volt.
Además, tras el ofrecimiento de un vehículo a coste cero como sustituto de los Volts vendidos, General Motors acaba de anunciar otra acción bastante comprometida. Se trata de la posible re-compra de las unidades ya entregadas en los EE.UU. evitando así que los usuarios desconfiados, se conviertan en una epidemia que flaco favor pueda hacer a las ventas del modelo en cuestión.
No existe mayor contagio que el del miedo y la falta de confianza
Todo este asunto se parece cada día más a una caza de brujas, ya que hablamos en términos americanos, pero no es menos cierto que el problema ha existido y merece una explicación. Explicación que se ha dado en no pocas ocasiones, y que según General Motors y la NHTSA, el Chevrolet Volt sigue siendo un vehículo seguro, y que además conserva sus 5 estrellas en seguridad, por lo que el miedo que está recorriendo los EE.UU. empieza a rallar en lo absurdo.
En multitud de comunicados, siempre se alude a un fallo producido por la rotura en el sistema de refrigeración de las baterías, y que por ende se traduce en una subida de la temperatura, pero que transcurre pasado cierto tiempo (3 semanas en el primer caso). Por lo tanto, no se trata de que el Chevrolet Volt se incendie en cuanto sufra un accidente, si no que ante determinadas circunstancias y condiciones, podría darse lugar a una rotura en el aislamiento del pack de baterías.
El problema de toda esta serie de noticias, no es otro que el de que una vez que lleguemos al final de todo este asunto, ningún resultado podrá hacer que el Chevrolet Volt se quite el dedo que lo señala. Miedo, desconfianza y el famoso «por si acaso», se convertirán en etiquetas asociadas al coche, aunque la NHTSA nos certifique que el Volt es el vehículo más seguro de la historia de la Automoción… una pena.
Fuente: Autoblog
En Tecmovia: El repentino incendio de un Volt hace dudar sobre la seguridad de sus baterías | La NHTSA se pone seria con el caso del Volt incendiado y abre una investigación formal | El incendio del Volt en la NHTSA empieza a pasar factura a GM