Desde hace 20 años hemos vivido como los coches han sufrido un aumento paulatino del peso que nos ha llevado hasta las cotas actuales, donde no es raro que un compacto alcance los 1.500 kg y los utilitarios oscilen en un margen de unos 1.200 kg. Por mucho que los materiales avancen, las medidas de seguridad han tenido un aumento también exponencial en los últimos años y el incremento en elementos de seguridad pasa factura en la báscula.
Pero ahora, con las crisis energética acuciándose cada vez más, además de la optimización de los propulsores convencionales, la búsqueda de nuevas energías en la hibridación o propulsión con fuentes alternativas, el peso es el nuevo objetivo en las filosofías de las marcas para mantener prestaciones y reducir consumos.
Honda ha sido la última en incorporar esta filosofía a su línea de producción según el diario Nikkei, trabajando en un nuevo proceso para reducir el peso de sus vehículos que incluiría nuevos métodos de ensamblaje que reduciría el empleo de tornillos y de refuerzos, siendo sustituidos por soldaduras de paneles a la estructura del vehículo.
El Downsizing no sólo ha llegado a los motores. El Peso es una de las claves en los consumos y por tanto en las emisiones y su reducción uno de los objetivos tradicionales en toda la historia del automovilismo, hace unos años con el principal cometido de lograr una conducción más agradable y deportiva, pero hoy en día el petróleo y la capa de ozono marcan la pauta la gran parte de las pautas de diseño.
Ya hemos visto movimientos similares en otras firmas generalistas como Peugeot, donde el primer escalón de los compactos de la marca, el nuevo 208 que llega como sustituto del 207, marca un peso en la báscula de 975 kg buscando la máxima eficiencia y reduciendo el peso de su predecesor, tendencia contraria a lo que estábamos acostumbrados a ver como consecuencia de los nuevos elementos de seguridad y confort.
Pero Peugeot y Honda no son los únicos que han presentado propuestas en estos últimos meses. Mazda también ha presentado su línea de desarrollo con la tecnología Skyactiv, donde además de desarrollar nuevos propulsores, también ha trabajado en nuevas estructuras y procesos de producción donde busca conseguir un ahorro del 8% en el peso consiguiendo además un aumento de la seguridad estructural y poniendo sobre la mesa los planes de un nuevo Mazda MX-5 capaz de volver a bajar la cifra de 1.000 Kg.
Por el momento Honda tiene como máximo representante de esta nueva tendencia al N Box, un pequeño vehículo urbano que pudimos conocer en el último salón de Tokio y que sería el primero en recibir la nueva línea de desarrollo consiguiendo una disminución del 10% respecto a otros rivales de la categoría.
Fuente: Carscoop
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