En esta segunda parte del reportaje, nos centraremos en los sistemas que más importancia están adquiriendo según su implicación con nuestro entorno colindante: Iluminación, sistemas pre-colisión y asistente de aparcamiento. Junto a los sistemas citados anteriormente, estos tres campos donde también se integra la tecnología Audi Active Safety, también buscan una asistencia al conductor, de modo que los errores que pudieran llegar a ocurrir, sean meras anécdotas del pasado.
Sin menospreciar los otros campos concernientes a la seguridad, pienso que la iluminación es algo fundamental. El hecho de ver y que te vean, es algo que muchas veces pasamos por alto a la hora de valorar la seguridad de un vehículo. La correcta iluminación de nuestro coche puede llegar a ser un factor clave en el momento más inesperado, pues por desgracia, la mayoría de carreteras no disponen de una iluminación suficiente en cada uno de sus kilómetros.
Sistemas Pre-colisión (Pre-Sense)
Una tecnología que engloba un funcionamiento automático y un apartado de informativo hacía el conductor. El funcionamiento automático parte de los sensores ultrasónicos colocados a lo largo de todo el coche, la cámara de vídeo ubicada en el parabrisas, el radar frontal, los sensores del ESP y la cámara de infrarrojos con visión nocturna.
Gracias a la información de estos sistemas trabajando en conjunto, el vehículo es capaz de predecir una colisión inminente, pudiendo actuar de tal modo que pueda llegar a evitarnos el choque frontal/trasero y mitigando las lesiones que pudiéramos sufrir. Ante un indicio de posible colisión, el vehículo es capaz de dividir la situación hasta en 4 fases para una detención total:
1º fase: se advierte al conductor por señales acústicas y lumínicas del peligro, se endurece la suspensión para limitar el cabeceo y se realiza una precarga del sistema de frenos.
2º fase: se tensan los cinturones de seguridad y se produce presión en los frenos (30%)
3º fase: aumenta la frenada hasta el 50%, se encienden las luces de emergencia y se procede al cierre de todos los cristales del vehículo, incluyendo techo.
4º fase: el cinturón se recoge hasta su posición máxima y la fuerza aplicada a los frenos ya es total.
Iluminación adaptativa
Ya sea equipando la más novedosa tecnología LED, o empleando avanzadas lentes de Xenon, la iluminación adaptativa es capaz de reconocer el entorno que nos rodea y adecuar sus proyecciones según la cartografía de nuestro GPS. Esto quiere decir, que se basa en dos funciones bastante bien diferenciadas.
La función GPS realiza un seguimiento del vehículo mediante sus coordenadas, anticipándose en tiempo real a las condiciones de la carretera y a las necesidades de iluminación que podemos demandar. Esto quiere decir, que si nuestra ruta atraviesa una zona con cruces, zonas ciegas o un doble sentido, la iluminación de nuestro coche se adaptará a cada momento para mostrarnos, de la mejor manera posible, lo que tenemos delante.
Eso sí, el GPS puede enviarnos una situación correcta, pero los imprevistos pueden ser muchos a lo largo de nuestro recorrido, por lo que también se añade un sistema que permite variar el haz de luz según los vehículos que nos podamos encontrar de frente. Emplea la cámara situada en el parabrisas, y permite ahorrar los deslumbramientos que puedan llegar a producirse
Asistente de aparcamiento
La presentación sobre este elemento es más que conocida, y con mejor o peor funcionamiento, pocos existen que realmente cumplan con lo que prometen de primera mano, el sistema no es más que «gorrilla» ubicado en nuestro salpicadero. De nuevo, solo los sensores de ultrasonidos los que reciben la mayor parte del trabajo en esta tecnología, eso sí, apoyados por una cámara trasera cuando engranamos la marcha atrás.
Según Audi, el sistema tan solo necesita de un añadido de 0.8 metros de más cuando el aparcamiento es lateral (en batería no se ofrecen datos), si esto se cumple en la realidad, sería apuntarse un buen tanto para el sistema.
Pero existe una versión mejorada del sistema, en concreto se instalan una serie de cámaras (4) a lo largo del vehículo, que pueden ofrecer un visión global (Audi lo denomina Surround Vision), permitiendo al conductor un visión nítida de su entorno a la hora de hacer maniobras.
Conclusiones: tecnología vs fiabilidad vs necesidad
Es, casi por seguro, el dilema que muchos nos planteamos a la hora de emitir juicios de estos sistemas. Como ya bien he dicho, podrán funcionar de mejor o peor modo, pero independientemente de este aspecto, ¿Cuanto tiempo tenemos que esperar para que emane algún fallo?. Con semejante plantel tecnológico, me atrevería a decir que es estadística pura… y eso hablando solo de los fallos de origen propio, porque los daños que puedan sufrir por roces, choques, colisiones, golpes, etc.
Es indudable el valor que añaden a nuestro vehículo, tanto en seguridad como en la factura, son capaces de facilitarnos acciones que implican riesgo para nosotros y los demás conductores. Pero no podemos olvidar que son pequeños sistemas electrónicos ubicados en las zonas de primer impacto en nuestros vehículos. Hablamos de sensores por ultrasonidos que se cuentan por 8 o más según el equipamiento, y que ante un golpe del coche que nos aparcó justamente detrás, podrían empezar a poblarnos el salpicadero de lucecitas de esas que nos genera cierto dolor en el bolsillo.
Y realmente, soy uno de los que se pregunta si nos son tan necesarios estos sistemas como nos los pintan. En cuanto pongo las manos al volante, me sobreviene un ¡SI! rotundo a la cabeza, sobre todo por la función de aparcamiento, todo sea dicho. Pero haciendo un cómputo global de todas las asistencias que podríamos recibir, el conductor no pinta mucho si hasta el coche es capaz de mantenerse centrado en el carril por si solo.
En definitiva, creo que es justo admitir, que en esta nueva era de revolución tecnológica, el mal de unos pocos nos implica al resto de conductores. La automatización a través de la tecnología nos muestra grandes facilidades y un significativo aporte en según que situaciones comprometidas, pero el dejar la última decisión a un sistema electrónico me sigue poniendo los pelos de punta.
Sin querer ponerle pegas a ningún sistema, y más sin haberlos probado a fondo, si que estoy mucho más a favor de que se enseñe a conducir de verdad, no a circular como se hace hoy en día en las autoesculas, a conducir de verdad, a recuperar la trayectoria, a saber frenar sin ABS-ESP-TCS, esquivar vehículos y a poseer una cultura circulatoria que nos evite la cantidad de indeseables que hay al volante, después, sí que podría ver con otros ojos la adopción de muchos de estos sistemas.
Fuente: Audi
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