Pues todo apunta, a que de cara a un futuro no demasiado lejano, BMW no será la única en contar con una serie de modelos optimizados en pos de conseguir la mayor eficiencia. No hablamos solo de una apuesta por propulsiones alternativas, que también, se trataría de una gama de producción limitada y diseñada para un público ávido del diseño más eficiente y tecnológico. Los pilares básicos serían la pila de combustible de Hidrógeno y el empleo masivo de la Fibra de Carbono tanto como refuerzo en materiales compuestos, como en estructuras completas.
La apuesta puede sonar arriesgada, pues los precios que se pueden imaginar para cada modelo serían los que se esperan cuando se emplea lo más vanguardista de la técnica. Focalizando cada modelo en una nueva interpretación de la eficiencia, el ahorro de peso que se conseguiría, elevaría en consideración las prestaciones que se puede obtener de los propulsores eléctricos. Sumando a ello la sustitución de unas pesadas baterías por el de un sistema que basado en el repostaje de Hidrógeno.
Mercedes-Benz es una de las marcas que más ha apostado siempre por el futuro de la pila de combustible, el problema siempre ha residido en la red de abastecimiento y en el almacenaje a bordo del vehículo. Si bien el primero requiere de más partes comprometidas, el apartado de almacenamiento a bordo de nuestro vehículo podría solucionarse en un corto margen de tiempo. En la última expresión de diseño de Mercedes-Benz, el concept F125!, la innovación formaba parte de cada cm2, siendo su tanque del almacenamiento de Hidrógeno de forma «No-redonda» unos de los avances más notorios.
Con el apartado de propulsión teóricamente resuelto con su tecnología eléctrica E-CELL, y el de acumulación de energía confiado en la pila de combustible, el apartado más vital para conseguir unas especificaciones acordes, recae en el empleo masivo de estructuras capaces de igualar al Acero en todas sus características, salvo en una, el peso. Podríamos pensar en el Aluminio como elemento claramente protagonista, pero Mercedes pretende ofrecer un salto más cuantificable.
El principal elemento predominante será la Fibra de Carbono, siendo empleada para elaborar el chasis del vehículo y aplicándola en paneles de la carrocería y sub-estructuras. Gracias a esto, el peso de los futuros modelos se reducirían en una media de entre 300-500 Kg. La fabricación de esta «posible» nueva gama dará comienzo en 2015, y se apunta a 2017 para la presentación del primero de los modelos, el denominado E Superlight.
Tras este berlina de representación que beberá del diseño de los últimos prototipos de la casa de la estrella, podríamos ver al sustituto del SLS o un modelo que comparta su misma base, haciendo las veces de deportivo y luchando de tu a tu con el BMW i8. La nueva era de Daimler nos está ofreciendo una apuesta bastante notable por la propulsión alternativa, ejemplos como el del SLS AMG E-CELL son pruebas palpables, y puede que esta nueva gama ultra-eficiente nos ayude a ver los últimos avances en un corto espacio de tiempo.
Fuente: CAR
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