Si nada más se tuerce, y si las autoridades dan el visto bueno a la medida como solución final, General Motors podría poner punto y final al caso Volt de manera definitiva. Entre otros aspectos que mejorará la compañía americana, el más trascendental será el rediseño de la arquitectura de refuerzo de las baterías. Mediante unas vigas situadas en los laterales del túnel donde se instalan las baterías, General Motors elevará la protección contra los impactos laterales que podrían dar lugar a una fuga del refrigerante.
Hay que recordar, que el incendio del Chevrolet Volt en la NHTSA se produjo tras los ensayos de evaluación de impacto a los que se vio sometida una unidad del modelo. Tras un tiempo después del impacto, hablamos de mas de una semana, el Chevrolet Volt utilizado para el impacto lateral sufrió un incendio de manera espontánea y sin motivos aparentes en un principio. Después de análisis, ensayos y rumores y comunicados de ida y vuelta, se culpó a una fuga del refrigerante de las baterías como el principal causante de las llamas de la discordia.
El suceso acaecido en las instalaciones de la NHTSA, ha llegado a provocar que General Motors abra la puerta de la sustitución de los Chevrolet Volt ya vendidos por otros modelos de la marca, e incluso ofrecer la posibilidad de recompra para aquellos que ya no confíen en la seguridad de su Volt. Estas medidas también afectaron al Opel Ampera, frenando su fabricación y congelando la entrega de las unidades a los concesionarios, y por ende, a sus futuros propietarios.
El caso Volt ha sido el primer gran problema relacionado con los vehículos eléctricos
Tras todos los sucesos mencionados, General Motors ha elaborado un plan de tratamiento «post-colisión» para los Chevrolet Volt y similares vehículos, y por último acaba de dar a conocer una serie de medidas que evitarán que se vuelva a dar lugar a la posibilidad de incendio. La medida más directa, será la aplicación de un refuerzo estructural que mejorará la protección ante los impactos laterales, además se incorporará un sensor de medición del nivel del refrigerante de la batería y un sistema que evitará el desbordamiento del líquido refrigerante.
Estas medidas serán incorporadas de manera inmediata a la cadena de montaje de todas las nuevas unidades, incluyendo las versiones que sean fabricadas y ensambladas para otros mercados como el caso del Opel/Vausxhall Ampera. En el apartado referente a las unidades ya vendidas, el fabricante informa que empezará a notificar a sus clientes uno a uno sobre la reparación de su vehículo en el servicio oficial donde fue adquirido.
El fabricante sigue subrayando de manera rotunda que el Chevrolet Volt es un vehículo seguro con 5 estrellas en los crash-test efectuados por la NHTSA, y que aunque 250 clientes han solicitado la sustitución de su vehículo, el rediseño y las reparaciones que se van a llevar a cabo hará que desaparezca el miedo a los incendios… tiempo al tiempo con todo este asunto, pero por lo menos puede decirse que la respuesta de General Motors ha sido bastante rápida, ofreciendo opciones de todo tipo a sus clientes.
Fuente: General Motors
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