Los bancos de esperma necesitan transportar en ocasiones su mercancía de un lugar a otro. Esta «mercancía», por llamarla de alguna manera, está criogenizada y se transporta en contenedores especiales sumergidos en nitrógeno líquido, a temperaturas inferiores a -100ºC. Huelga decir que se emplea algún tipo de medio de transporte motorizado para tal menester, posiblemente furgonetas con equipo frigorífico.
Copenhague es un paraíso para las bicicletas y es una de las ciudades que más proyectos de sostenibilidad medioambiental ha acometido en los últimos años. Es por ello que es el lugar ideal para que el European Sperm Bank lleve a cabo un intersante experimento: transportar su mercancía en una bicicleta especial. Se trata de una modificación de un bicicleta de carga Bullitt, fabricada por un taller local.
Esta bicicleta Bullitt ha sido especialmente adaptada por su fabricante – un taller llamado Larry vs Larry – para que pueda montar un tanque criogénico en el espacio destinado a la carga. Relleno de nitrógeno líquido, alberga los recipientes de esperma. Quizá lo más gracioso es que el aspecto del tanque es similar al de un gigantesco espermatozoide, con una cola que sobresale tras la rueda trasera.
Realmente debe ser curioso ver a esta bicicleta circular por las calles danesas, con sus 2,9 metros de longitud y un peso total de 50 kg. Como bien apuntan en la fuente, además de ser una forma totalmente eficiente de transportar objetos, una bicicleta de estas características es un perfecto anuncio sobre ruedas, un nuevo medio de marketing que ni siquiera en Dinamarca ha comenzado a explotarse.
Fuente: Tree Hugger
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