Un homenaje al pasado y al futuro desde el presente. Así es como podríamos definir el siguiente caso de un preparador que tomando como base un modelo actual se ha lanzado a recrear un roadster clásico, al que además, se le ha dotado de un motor eléctrico. Es decir, un toque retro y un toque futurista de la mano de un modelo actual.
La plataforma en cuestión es un roadster con una buena saga a sus espaldas, el Mazda MX-5, que ha servido en esta ocasión para dar vida a otro roadster de aspecto clásico que recibe el nombre de Mitsuoka Himiko, que además de delatarnos su origen japonés, nos introduce en una firma que nos ha dejado a lo largo de su vida alguna que otra curiosidad, como una serie de berlinas de aspecto marcadamente inglés o un superdeportivo, el Orochi, con una llamativa línea exterior.
Un largo morro, los curvados pasos de rueda prolongados hasta unas marcadas taloneras, cromados, la parrilla frontal… el aire vintage es totalmente palpable e incluso a más de uno le haría caer en la tentación de tacharlo de clásico al verlo por la calle sin saber nada de él. El marco de la luna delantera, las llantas y algunas de sus curvas son de los pocos detalles que nos delatan que nos encontramos ante un vehículo del siglo XXI y no de mediados del siglo pasado.
Pero esos pequeños detalles no son los únicos que nos delatan su moderna procedencia. El 2.0 del motor de serie procedente del Mazda MX-5 Nc, un 2.0 de 170 caballos, ha sido sustituido por un motor eléctrico de inducción del que la marca no ha dado ningún dato desde que a comienzos del 2011 presentara el proyecto.
La autonomía modelo es lo único que sirve de guía para conocer algunos de los detalles técnicos de este modelo, ya que cuenta con un considerable rango de utilización de 550 km, desde luego muy superior al gran grueso de propuestas actuales y que se basa en la utilización de baterías de polímero de litio en lugar de ion de litio. Su mecánica, queda asociada a una caja de cambios de dos marchas, con un peso total del conjunto de unos 1.200 kg en el caso de la versión de combustión y que se presupone próxima en la variante eléctrica.
Un curioso proyecto que inevitablemente nos recuerda, salvando las distancias, al Toyota 2000GT que conocíamos hace unos días de la mano de la caravana Toyota en el Tokyo Auto Salon, por su aproximación desde el presente al pasado teniendo en cuenta el futuro. Dada la poca información que ha habido desde la marca de este proyecto desde su aparición y la total ausencia de datos sobre él actualmente, sin presencia por ejemplo entre los modelos del catálogo de la marca, es posible que haya quedado guardado en un cajón. Una lástima, sin duda sus autonomía, de poder ser confirmada, era digna de elogio.
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