El pequeño de la casa de la estrella también quiere su versión puramente eléctrica. Por ello, desde la nueva generación Mercedes-Benz, también han decidido dotar al más menudo de la gama con su variante E-Cell. Quizás, muchos coincidirán conmigo en que se trata de la versión más lógica de cara a fabricar un eléctrico con las posibilidades que escasamente brindan en la actualidad. El carácter urbano de la Clase A es, a todas luces, una de las mayores ventajas de cara a convertirse en un eléctrico puro.
Obviamente, Mercedes-Benz dotará a toda la gama de modelos con su correspondiente versión eléctrica, o por lo menos esa es la idea que persiguen. Desde el Clase A, hasta el imponente SLS AMG E-CELL, pasando por las berlinas más representativas como son: la Clase C, E, S e incluso les llegará el turno a los todoterrenos. El Mercedes Clase A E-Cell ha sido fabricado en una serie limitada de 500 unidades, pero bajo una cadena de producción como otra cualquiera, por lo que los costes se han intentado asemejar, en lo máximo posible, a los demás productos similares.
Estas 500 unidades han sido destinadas a determinados clientes escogidos por una serie de características entre hábitos, recorridos, usos y latitudes. Por lo que este medio millar de Mercedes, ofrecidos en contrato de leasing, conforman una flota que pueda recoger información a tiempo real de todas las situaciones e incidencias que puedan presentarse alguna vez en la vida. No podría definirse como una prueba piloto, pero a la postre reúne todos los requisitos para asemejarse a un ensayo de este tipo. Gracias a la información recogida, Mercedes-Benz podrá seguir desarrollando su tecnología E-Cell más allá de los laboratorios y los circuitos cerrados.
Clase A E-Cell: la conversión eléctrica más lógica
Este pequeño modelo parte de la plataforma actual para la Clase A. Un aspecto de monovolumen que juega en su contra si lo contemplamos como un compacto al uso, pero que como automóvil práctico y urbano milita en un magnífico puesto. Está casi confirmado que este diseño se perderá en la siguiente generación, por lo que asistiremos al debut de un Mercedes mucho más cercano al BMW Serie 1, Audi A3, Lexus CT 200h, etc.
A favor del pequeño Clase A juega su plataforma ultra-compacta, pues con un conjunto eléctrico a medida, no ha necesitado de modificaciones o rediseños de gran índole para pasarse a la propulsión eléctrica. Un ejemplo de eficiencia a la hora de no convertir a estas variantes en un nicho de mercado imposible de alcanzar, debido a unos costes de desarrollo y producción que repercuten en su precio final.
Tamaño reducido y propulsión eléctrica: diversión garantizada
Su motor eléctrico ofrece una potencia nominal de 68 CV, llegando hasta los 95 CV de potencia máxima en momentos puntuales gracias a la adopción de diferentes modos de conducción: economy o boost. Sus baterías, fruto de las primeras alianzas entre Daimler y Tesla, confían en los Iones de Litio para ofrecer una autonomía máxima de 200 kilómetros recargables en 8 horas en toma de 230 voltios.
El dato más curioso de este Mercedes Clase A E-Cell reside en su par motor ofrecido desde las cero revoluciones, hablamos de 290 Nm que lanzan a este pequeño eléctrico hasta los 150 km/h de velocidad máxima autolimitada y cifra el 0 a 100 Km/h en 5,5 segundos. Con semejante cifra de aceleración está a la atura de los compactos con más empaque del mercado, buena muestra de una de las mejores cualidades que ofrecen este tipo de propulsores.
Fuente: Mercedes-Benz
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